martes, 14 de octubre de 2025

Sirât o el descenso a los infiernos



Lo primero que se me ocurre tras ver Sirât, es que Óliver Laxe es heredero de Andrei Tarkovsky. Su cine es atmosférico, denso y poético, como ocurre con la filmografía del autor de Stalker. Su propuesta es sugerente a la vez que intensa.

Sirât es muchas cosas, pero sobre todo, se trata de un filme poético y político. Poético ya desde su comienzo con una bella cita que avisa a los espectadores de que la obra que se va a visionar no va a ser un viaje cómodo, como tampoco lo será para los protagonistas: "Existe un puente llamado Sirât que une infierno y paraíso. Se advierte al que lo cruza que su paso es más estrecho que una hebra de cabello, más afilado que una espada". 

Como en El espejo, de Tarkovsky o como en Dead Man, de Jim Jarmusch, la historia que se narra es eminentemente poética. ¿Es una historia real, una pesadilla o una alucinación? Porque el viaje de los protagonistas no solo es un viaje exterior, también es un viaje interior. Las cosas que suceden también pueden entenderse como una metáfora de lo que les ocurre o les puede ocurrir a los personajes interiormente. 

Sirât también es un filme político, porque muestra a unos outsiders, unos inadaptados que buscan su lugar en el mundo, un mundo que los expulsa por ser diferentes (como se ve reflejado en la escena en la que los militares los echan en medio de una rave en el desierto). Ellos quieren vivir ajenos a la guerra, al conflicto constante, al mundo que se rige por la violencia. Ellos quieren vivir de otra manera. Las raves y la música techno conforman una comunión de ruido que los lleva hacia el vacío del desierto, ajenos al ruido del mundo, huyendo del vacío de una sociedad que se devora a sí misma. 

También se puede ver Sirât como una suerte de western poético donde los salvajes paisajes del desierto acaban modificando a los personajes. Los raveros son cowboys que viajan en caravana por el desierto marroquí, buscando su paraíso. Mas no hay paraíso, porque su búsqueda, tiene, como decía la hermosa cita que abre la película, grandes riesgos. ¿Es, entonces, el propio viaje, el sentido de la vida? 

Como en un buen western, se funden la violencia, la búsqueda de un fin, el viaje al filo del abismo, los vínculos de la amistad. Por cierto, varios de estos ingredientes estaban ya en Mimosas, otro western magrebí dirigido por Laxe en 2016.

De manera similar a la poesía de Ginsberg o de Plath, Sirât es eminentemente sensorial: el sonido y las imágenes forman un todo que se respiran, o más bien, hacen respirar a los personajes. Yo diría que más que respiración, es el sistema nervioso de los personajes, casi un síntoma de lo que va a ir ocurriendo en ese viaje extraño y profundo. Como ocurre cuando leo a Ginsberg o a Plath, mi corazón bombea al ritmo de las líneas/escenas. A todo ello contribuye enormemente el músico y arquitecto sonoro Kangding Ray.

Sirât es dos (o tres) películas en una. La que cuenta un viaje de un padre y su hijo pequeño buscando a su hija/hermana mayor, perdida hace tiempo en los trances del desierto; la que habla de un grupo de marginados o freaks que se adentran en el filo del abismo y sus riesgos; pero también es un viaje interior que muestra el duelo, el miedo, la incertidumbre, el absurdo y el vacío de la vida (y la muerte). En este sentido, me ha recordado algo a Gerry, de Gus Van Sant. Personajes perdidos en el desierto que se ven inmersos en una experiencia extrema, buscando algo que tal vez no saben nombrar, pero que (tal vez) está dentro de ellos. 

Otro de los intereses de la película es la muestra de las raves clandestinas en medio del desierto, vistas como "desviaciones" o heterotopías, ya que constituyen lugares al margen de lo establecido por la sociedad, pues están fuera de todo lugar (y del tiempo). 

¿Es Sirât un mal viaje? ¿Es un ejercicio de catarsis? ¿Un descenso a los infiernos? Sobre todo, es una experiencia sensorial, sinestésica, puro trance. 

(Sirât, dirigida por Óliver Laxe. España, Francia, 2025).





 

domingo, 5 de octubre de 2025

Bian Zhilin: "Las hierbas del muro"



 Las hierbas del muro


Las cinco de la tarde y anochece.

Las seis de la tarde y las luces ya medio encendidas.

Hay gente que toma los días

Y los convierte en sueños,

Pero tú miras las hierbas que han crecido en los muros,

Las hierbas que ya se han secado.


(El cielo a mis pies. Antología de la poesía china moderna 1918-1949. Hiperión. Traducción y selección de Blas Piñero Martínez).

domingo, 21 de septiembre de 2025

Dune: el perro y el lobo

 


Por propia definición, un lobo es alguien que tiene poder y puede abusar de ese poder. Sin embargo, hay un periodo de tiempo, al alba, en que uno no puede distinguir entre un lobo y un perro.

(...)

Bajo la superficie hay rocas, tierra, sedimentos, arena. Esos son los recuerdos del planeta, la imagen de su historia. Lo mismo ocurre con los seres humanos. El perro recuerda al lobo. Cada universo gira en torno a un núcleo de «ser», y todos los recuerdos se mueven desde ese núcleo hacia el exterior, directamente a la superficie.


(Hijos de Dune, de Frank Herbert. Random House Mondadori. 2021. Traducción de Domingo Santos).

martes, 9 de septiembre de 2025

Pavements, dirigida por Alex Ross Perry

 




Pavement fue una de las bandas más frescas y desprejuiciadas de la importante década de los 90, y eso no es poco. Algunos de sus álbumes hoy son considerados de culto, como Slanted & Enchanted (1992), Crooked Rain, Crooked Rain (1994) o Wowee Zowee (1995).

Pavements, dirigido por Alex Ross Perry es un falso documental, un documental ficticio o un metapelícula que combina distintas capas de la realidad (ficticia e histórica) y plantea numerosos interrogantes.

¿Un concierto de autohomenaje de la carrera de una de las bandas más importantes del rock alternativo de los 90?

¿Un musical basado en las canciones más famosas de Pavement?

¿Una película biopic sobre Pavement?

¿Un museo dedicado a la historia de Pavement?

Pavements es muchas cosas, pero sobre todo, es una obra divertida e ingeniosa. Es una película sobre un grupo que desafió al mercado musical cuando muchas bandas sucumbían ante sus cantos de sirena. Es un alegato a favor de la integridad artística y una crítica al establishment. Es una parodia de sí mismos. Y también es una historia alternativa a lo que ocurrió o una posibilidad que plantea "y si hubiera ocurrido"... Y además, tiene humor a raudales.

Pavements no es un documental de rock como lo conocíamos. Y merece mucho la pena. 


(Pavements, dirigida por Alex Ross Perry. EEUU, 2024. Ver en Filmin).



jueves, 4 de septiembre de 2025

Espanto, de Laura Pérez




La realidad puede ser paradójica, pero la poesía es esencialmente paradójica.

Laura Pérez ilustra sensaciones, momentos y emociones que no se pueden reflejar con palabras.

Cuando las imágenes dicen más que las palabras, las palabras sobran. 

El poder de estas imágenes es el de sugerir. El ojo se conecta con las tripas, el corazón, el cerebro.

Imágenes que sugieren soledad, tristeza, pérdida.

¿Por qué merece la pena leer este libro bello y gélido? Para comprender qué le puede suceder a uno o a una, para empatizar con personas de nuestro alrededor, para conocernos mejor.







(Laura Pérez, Espanto. Astiberri. 2020).