martes, 19 de noviembre de 2024

Presentación de 'Nada que perder' en la biblioteca Iván de Vargas



El próximo jueves 21 de noviembre a las 19h presentaré mi novela Nada que perder en la biblioteca Iván de Vargas de Madrid. Me acompañará Álvaro Martín y hablaremos sobre el proceso de escritura, literatura y, por su puesto, las andanzas de Mikel por Madrid, su búsqueda del cineasta António Peires, y más cositas...

Más información: aquí.




miércoles, 13 de noviembre de 2024

Luis Martín-Santos: Tiempo de silencio y destrucción



Este año se ha cumplido el centenario de Luis Martín-Santos, así como el 60 aniversario de su trágica muerte a la edad de 39 años. El autor es conocido por su novela Tiempo de silencio, una de las propuestas más innovadoras de la narrativa española de mediados de siglo XX. Casi se podría decir que hasta ahora, era autor de un libro, una especie de bartleby forzado (si seguimos la idea vila-matiana de Bartleby y compañía sobre autores de un solo libro). Tras su muerte, se publicó una novela ambiciosa e inacabada, Tiempo de destrucción, en la que el autor donostiarra llevaba dos años trabajando, quedando incompleta. Ahora, 60 años después de su muerte, y gracias al esfuerzo de sus hijos Rocío Martín-Santos Laffon y Luis Martín-Santos Laffon, se reeditan sus dos novelas, a la vez que se publican varios inéditos que incluyen relatos, novelas, ensayos y hasta piezas de teatro, editadas por Galaxia Gutenberg, bajo el título de Obras Completas.

Hace apenas unos días, en TVE se ha estrenado el documental Tiempo de silencio y destrucción, dirigido por Joan López Lloret, que repasa la vida del autor, de la mano de sus hijos, quienes se han preocupado de continuar con su legado. Martín-Santos fue un brillante psiquiatra, además de escritor, y durante el franquismo, militó en el Partido Socialista, lo que le acarreó la cárcel en varias ocasiones. 

Puede verse el documental Tiempo de silencio y destrucción en RTVE Play: Imprescindibles.


 

lunes, 4 de noviembre de 2024

Sibylla, de Max Baitinger



Sibylla, de Max Baitinger (Fulgencio Pimentel, 2024. Traducción de Núria Molines y César Sánchez).

 

La editorial Fulgencio Pimentel publica al mismo tiempo dos novelas gráficas del alemán Max Baitinger (Alemania, 1982). Por un lado, reedita la sobresaliente Röhner (con un nuevo formato más atractivo y manejable) y también estrena Sibylla, que fue nominada a mejor novela gráfica en el Festival de Algoulême en 2022. Lo primero que hay que decir es que el libro entra por la vista y por el tacto, pues se trata de una edición muy cuidada, con tapa dura y hojas de gran calidad. 

 

Sibylla se basa en la vida de Sibylla Schwarz (1621-1638), poeta alemana de la época barroca que murió con tan solo 17 años y pasó a la historia como una de las primeras poetas feministas. Sin embargo, no es una biografía en sentido estricto; de hecho, está bastante alejada de esa idea, pues Baitinger aprovecha la excusa de un encargo por el cuarto centenario de la joven poeta para (de)construir una novela gráfica que explora los límites del dibujo y la narración.

 

La vida de Sibylla Schwarz puede guardar cierta similitud con Emily Dickinson, pues fue una joven poeta que a pesar de las dificultades de su tiempo, logró centrarse en su escritura y dejar un legado poético importante. La autora vivió una época difícil, envuelta en la Guerra de los Treinta años, que tuvo a su país en jaque contra Suecia y que supuso una gran merma de población en el país germano, obligando a su familia, como a tantos otros, a huir de su pueblo para refugiarse en Frätow y después en Stralsund y Rügen.

 

Sibylla está dividida en distintos capítulos que conforman un relato complejo al alternar varias capas y discursos (hay hasta tres tipografías distintas), donde se tematiza la propia creación del cómic Sibylla y se nos informa de cómo la Asociación de Amigos de Sibylla Schwarz le ofrecieron a Baitinger semejante proyecto. Pero, de manera sorprendente, el autor alemán se ventila la biografía de Schwarz en unas pocas páginas e ironiza sobre la escasez de documentos acerca de la poeta para poder ajustarse a los detalles de su vida. A partir de ahí construye otra novela gráfica, que incluye poemas de la autora y retazos ficcionales sobre Sibylla y su padre y los problemas derivados del duro contexto de la época. 





 

Una de las cosas que sorprenden de su otra gran obra Röhner es el empleo del absurdo y el humor que brotan tanto de los diálogos como de las viñetas, generando situaciones cotidianas que se resuelven de manera un tanto insólita. En Sibylla persiste cierto extrañamiento y surrealismo, pero la ironía y el peso del discurso ganan enteros. También hay una evolución gráfica, pues a pesar de continuar con un trazo sencillo característico del autor, se aprecia un tratamiento diferente en el uso del color, dando cabida también a la acuarela y a una mayor exploración de los límites de la página e incluso de la narración. En muchos momentos se tiene la sensación de que se trata de un ejercicio de estilo, acercándose más al cómic poético que al narrativo, gracias, entre otras cosas, a la paleta de colores grises y sus formas sugerentes, así como a cierta abstracción. En distintas ocasiones se prescinde de las cajas de las viñetas y los dibujos se desmarcan, se amplían dentro de la página hasta casi salirse. La linealidad a veces se corta, con digresiones que realzan su valor visual y experimental, lo que, unido a la ironía, confecciona una propuesta profunda a la vez que sorprendente. 

 

Quien pretenda encontrar una simple biografía tebeística, se sentirá seguramente decepcionado. Sin embargo, quien busque una propuesta más libre y experimental, abierta a nuevas miradas, encontrará en Sibylla una potente novela gráfica que ensancha las posibilidades del noveno arte.


(Reseña publicada originariamente en Culturamas el 11/07/24).

domingo, 20 de octubre de 2024

Miguel Ángel Curiel: "El viajero de las edades: Poesía (2000-2020)"


El viajero de las edades (Poesía 2000-2020), de Miguel Ángel Curiel, Varasek, Madrid, 2024.


Miguel Ángel Curiel es un poeta español con una trayectoria importante. Este libro editado por Varasek constituye una recopilación de su poesía que abarca de 2000 a 2020. Lo primero que llama la atención es que no es el típico libro de “Poesía reunida” o ni siquiera una “Antología”, pues la trayectoria de Curiel siempre ha sido prolífica a la vez que peculiar, ya que muchos libros contienen textos publicados en poemarios anteriores que, sin embargo, son reescritos en publicaciones posteriores. De manera que la poesía del autor español parece una suerte de magma proteico que se extiende a lo largo del tiempo mientras se va renovando, dialogando con sus textos anteriores y siempre en continua revisión. El título ya sugiere que el poemario es algo vivo, como una manera de adaptarse al paso del tiempo, pero también de sucumbir a él.

A lo largo del libro se alternan poemas en prosa y verso, como una prueba sólida de que la poesía no depende de su forma, sino de su ritmo, sus imágenes y las sensaciones, así como el sentido que transmite. En esta propuesta heterogénea, encontramos textos cortos, de apenas tres versos: “El sol muerde / los fósiles / de mis ojos”. Otros, de mayor extensión, pueden llegar hasta las 4 o 5 páginas. Incluso, muchos textos combinan prosa y verso corto, lo que sugiere cierta idea de diálogo entre formas que pueden integrarse con naturalidad en un mismo poema. Hay una oscilación, un vaivén que también sugiere la idea del cambio.



comme durée des âmes”



Olas negras.

Bajo

el mar

símbolos.

Allí

nunca

llega 

el sol.

Camino de gravilla

para dios.

La nieve lo cubre

y

te alejas

hacia

el 

sol.



Cierzo luminoso,

que poco te decimos,


pules el cielo,

la luz se oye dentro de las malas hierbas.


Nadie miente bajo las nubes, el humo nunca llega al cielo. La vida desborda el poema, es lo que se pierde en la tierra. De noche el venero brilla, poca es la luz de la verdad, en el venero brilla, lo que sale del venero se pierde en la tierra, de día también brilla, la verdad capta y da.


Las imágenes duran poco.

Ahí hubo agua y se secó.


Los pájaros mueren en la arena.



[Durée]


A pesar de su fragmentariedad y de no estar dividido en capítulos ni epígrafes, hay una constitución de poemario total, coherente y compacto. A lo largo de los distintos poemas, es común toparnos con expresiones y palabras en distintas lenguas, algo típico en la trayectoria del autor: ”El amor es un derrumbe, las palabras lo elevan hasta esa altura imposible de la que se cae todo y se quiebra en poèmes de un yo deshuesado; lo descarnó el atelier de la muerte, y con su sombra azul visitó a L’homme qui marche hacia Standing Woman”.

El lenguaje, muchas veces cercano al simbolismo, contiene una gran variedad léxica, con palabras del entorno rural y la naturaleza, y presencia de colores y figuras como sinestesia, oxímoron, asociaciones, yuxtaposiciones o metáforas visuales, lo que ofrece una poesía expresiva y llena de recursos. Resulta llamativo el uso de las repeticiones que intensifican una cualidad o el extrañamiento del propio lenguaje.

La poesía -o más bien el poema- es uno de los motivos más recurrentes y que mejor ilustran el alcance del autor. De alguna manera, es como si el metalenguaje no solo sirviera para que los poemas hablen de poesía, sino que la poesía es una temática en sí misma, su propósito es mirar, escribir y vivir la poesía. El poema es tránsito, cambio y a la vez mirada, ya que construye una realidad poética. El poema se fusiona con el poeta, o con la realidad que dibuja: “Entra la luz en mi poema” o ”este poema es una / flor seca”. Se da una fusión de la poesía y la mirada, porque la poesía también supone una construcción de la realidad: ¿De dónde sale el poema?”. En el caso de Curiel, de la mirada y la reflexión, pero también de cierta alucinación que nos permite adentrarnos en las cosas de una manera que solo así se pueden ver. Lo exterior (el paisaje, la tierra, los árboles, etc.) se funde con lo interior (la soledad, la muerte, el amor). La poesía es lo que lo relaciona: “el poema / es la grieta".

La poesía de Curiel es adentrarse en una experiencia misteriosa, que se siente cercana y a la vez extraña. Hay sabiduría y también dosis de surrealismo: “Este poema es una / flor seca. / En el resonar de esta grava / tú. / El sol muerde / los fósiles / de mis ojos”.

Poesía del riesgo, del extrañamiento, que conlleva conocimiento y descubrimiento de la existencia. Una poesía que indaga en el lenguaje y desde ahí, muestra sus límites, pero también sus hallazgos. Una poesía que merece un lugar en el panorama actual.




 

martes, 15 de octubre de 2024

Presentación de ‘Nada que perder’ en Segovia

El próximo viernes 18 de octubre a las 20h presentaré mi novela Nada que perder en la librería Diagonal de Segovia. Me acompañará el poeta Luis Llorente.