jueves, 23 de diciembre de 2021

Denise Levertov: “El mundo afuera”



 El mundo afuera


I


En la pared de la cocina un destello

de sombra:

    veloz peregrinaje

de palomas, una celebración del aire,

los desiertos del cielo en espiral.

Y en las ventanas de cada apartamento

una llamarada

    de melones lustrosos:

una mancha del sol

que se dirige al oeste en algún lugar a espaldas de Hoboken.


III


Gemidos, suspiros abundantes

entre tosidos, balbuceos que orquestan

una pena solitaria; el estruendo de los vasos, una voz suave

que repite una y otra vez: ‘No.

No. Quiero mi llave. No lo hiciste.

No.’ - algo banal.

Y como contrapunto, en las otras ventanas,

el esfuerzo por ser feliz -ay, ¡caramba!

-sibilante complejo- las voces gimiendo de placer,

alcanzando quizás el éxtasis, tarde, después de apagadas

las luces, y los silencios

¿acaso ventanas oscuras?


*


The World Outside


I


On the kitchen wall a flash

of shadow:

    swift pilgrimage

of pigeons, a spiral

celebration of air, of sky deserts.

And on tenement windows

a blaze

    of lustred watermelon:

stain of the sun

westering somewhere back of Hoboken.


III


Groans, sighs, in profusion,

witch coughing, muttering, orchestrate

solitary grief; the crash of glass, a low voice

repeating over and over: ‘No.

No. I want my key. No you did not.

No.’ - a commonplace.

And in counterpoint, from other windows,

the effort to be merry, -ay maracas!

-sibilant, intricate- the voices wailing pleasure,

arriving perhaps at joy, late, after sets

have been switched off, and silences

are dark windows?


(Denise Levertov, Beat Attitude. Antología de mujeres poetas la generación beat, Bartleby, 2015. Traducción de Annalisa Marí Pegrum).

jueves, 2 de diciembre de 2021

Perni: como la vida misma



Perni (Henriette Steenstrup) es una mujer noruega de 45 años, trabajadora social, madre sola, con dos hijas adolescentes más un sobrino a su cargo y un padre simpático que ha salido del armario tras enviudar. Perni es generosa, se desvive por los demás, pero apenas le queda tiempo para ella misma. La crianza y el trabajo lo acaparan todo. Además, su hermana falleció hace tan solo 6 meses y todavía no ha superado su pérdida, su exmarido vive en Copenhague y se desentiende de sus hijas y ella quiere conocer a algún hombre que pueda convertirse en su compañero.

De todo esto habla Perni, una serie corta, con episodios de apenas 30 minutos, que combina de manera efectiva la comedia con el drama. La protagonista es un personaje de esos que cala hondo por cuanto tiene de humano, con sus contradicciones, sus vulnerabilidades. Es insegura, aunque tiene muchas cualidades y piensa que ya es mayor para que un hombre se interese por ella. Pero como en muchos matrimonios rotos, los padres intentan rehacer su vida por separado. El problema de Perni es que cocina, lleva a sus hijas (que nunca la ayudan) a clase, a deporte, se encarga de su sobrino… y apenas le queda tiempo para verse con el hombre que le gusta.

Aquí Perni se muestra como un mosaico de la vida, un ejemplo de una madre sola que intenta hacer malabarismos para sacar adelante a su familia. Hay un retrato de personaje, pero también un retrato social muy actual. Por un lado, la de madres entradas en la cuarentena que intentan vivir experiencias nuevas más allá del cuidado familiar; por otra, la de los adolescentes que apenas tienen problemas y sin embargo, están inmersos en sus propias experiencias, como si tener un nuevo iPhone o ir a una fiesta fuera lo más importante de sus vidas. En este sentido, es interesante el contraste entre sus hijas “mimadas” y los niños con los que trabaja, a los que busca padres de acogida. Niños que han tenido que madurar para poder sobrevivir. 

Por ello, Perni tiene un poso que nos invita a reflexionar sobre la sociedad hiperconsumista y superficial de los países ricos.


(Perni, serie, 1ª temporada. Noruega, 2021. Ver en Filmin).

lunes, 22 de noviembre de 2021

Dos poemas de Habitar el agujero


 

Agujero negro.

 

No conozco sus fronteras.

 

Mi cara en las paredes, reflejada, cada vez más oscura. 

 

Mis manos se funden con las sombras.

 

Veo flores moradas, escarabajos plateados.

 

La arena cae, me invade su calor frío.

 

El útero, la tierra, la tumba.

 

El agujero es una brújula.


 

*

 

 

Hay un espacio vacío 

dentro de mí.

 

Las alas buscan las raíces.

 

La lentitud es una flor de loto 

que se alimenta de ese vacío.

 

La hierba es húmeda; la tierra es sol de verano. 

Y me ciega.

 

La flor se abre y la tierra desaparece 

en mí.

 

Un pozo.

 

Las alas queman.

 

El pozo se convierte en flor.

 

¿O es al revés?

 

 

 

(Poemas de Habitar el agujero, de Carlos Huerga. Amargord, 2021).

lunes, 15 de noviembre de 2021

Presentación de ‘Habitar el agujero’


El jueves 18 de noviembre presentaré mi tercer libro de poesía Habitar el agujero (Ed. Amargord), junto a José María de la Quintana. Será en el Café del Monaguillo de Madrid a las 20h.


 

miércoles, 3 de noviembre de 2021

Historias del Bucle

 

Las cosas no son lo que parecen. 


Las personas no son lo que parecen.


Las historias no son las que parecen.


Paradojas temporales, desdoblamientos de identidad, mundos alternativos…


Basada en las ilustraciones e historias cortas del artista sueco Simon Stälenhag, Historias del bucle se centra en una localidad de Ohio, EEUU, donde se encuentra El Bucle, una máquina que permite alterar la realidad y que provoca fenómenos físicos extraños y paradójicos.


Historias del bucle es ciencia ficción en un pasado alternativo.


Pero también es un reflejo de la vida cotidiana. Un flujo de existencia.


Porque a pesar de la ciencia ficción o de la ambientación retrofuturista, donde todo está impregnado de extrañamiento, los temas son universales: muerte, duelo, soledad, amistad, incomunicación, amor, infancia, vejez.


Los episodios están relacionados pero a la vez son autoconclusivos. Episodios irregulares, pero singulares. 


La fotografía, fiel a las ilustraciones del artista sueco, la ambientación retrofuturista y el ritmo sosegado, ayudan a transmitir esa sensación de extrañamiento que late a lo largo de cada capítulo.


(Historias del Bucle (Tales From The Loop). Miniserie de 8 capítulos, Amazon Prime, 2020).


martes, 26 de octubre de 2021

Simon Stålenhag: poesía y nostalgia de un pasado retrofuturista


Simon Stålenhag  es un artista, músico y escritor sueco (yo diría que, sobre todo, es un narrador visual) que combina en sus ilustraciones historias retrofuturistas con paisajes abiertos y situaciones insólitas. El extrañamiento es uno de sus signos distintivos, ya que observamos robots o enormes juguetes integrados en escenas cotidianas de la Suecia rural o en EEUU, creando mundos distópicos o paradojas espacio-temporales donde la tecnología irrumpe en la vida cotidiana. Sin embargo, sus ilustraciones tienen una apariencia turbia, ya que abundan las máquinas en desuso o que han dejado de funcionar y las vemos tiradas en el campo o en calles, acompañadas de niños o adultos que pasean por allí. Hay una mezcla entre declive y fascinación por un mundo de ciencia ficción del pasado.

Recientemente ha publicado varios libros que combinan sus ilustraciones con historias o cuentos cortos, como El Estado eléctrico o Después de la inundación. Por cierto, su libro Historias del bucle ha servido de germen para la serie de mismo título  (Tales From The Loop) de Amazon Prime.

Libros de Simon Stålenhag publicados en España: aquí.

Selección de la obra de Simon Stålenhag: aquí.

Estos son algunos ejemplos de sus ilustraciones:








jueves, 14 de octubre de 2021

Pablo Nacach: Fútbol. La vida en domingo


 Fútbol. La vida en domingo, de Pablo Nacach (Lengua de Trapo, 2006)


Interesante libro de ensayo del autor argentino afincado en España Pablo Nacach, quien ya publicó en Lengua de Trapo Las palabras sin las cosas en 2004. Nacach es doctor en Filosofía además de sociólogo, lo que se aprecia en su manera de analizar la relación del individuo con la sociedad. Así, podría hablarse  de este libro como ensayo sociológico, pero me atrevería a decir que se trata de un ensayo poético, pues no es sólo por el ritmo y el lenguaje literario es por lo que denominamos este Fútbol. La vida en domingo como poético, sino porque sus análisis están llenos de imágenes y citas literarias que enriquecen el discurso y facilitan el acercamiento del texto a los lectores.


El fútbol es aquí tratado en distintos ámbitos (como espectáculo, deporte, publicidad, sociedad), desarrollado en cuatro capítulos y complementado por numerosas citas. Incluso al final del libro encontramos un divertido diccionario de expresiones futbolísticas que además confirma cierto carácter lúdico del libro. Pero el fútbol es una excusa para hablar de eso que tanto parece interesarle a Nacach, el individuo y la sociedad, la publicidad y las relaciones personales.


Especialmente jugoso es el capítulo I, con esa mezcla de filosofía, sociología y literatura, llena de agudos análisis, como los realizados sobre la publicidad y el fútbol o la importancia social del deporte “rey” en clubes de Argentina y las alusiones a la infancia. “El fútbol es la infancia”, reza uno de los epígrafes de la primera parte, donde el autor se esfuerza en describir la importancia del fútbol en los niños y la relaciones paterno-filiales derivados de este complejo mundo, con sentencias como: “El fútbol le da entonces al niño la posibilidad, también, de esconderse del padre de una manera original: correr detrás del balón” (p. 41).

También brillan algunas anécdotas, como la protagonizada por su abuelo cuando emigró de España a Argentina y se hizo aficionado de Racing, mientras que su tío se hizo seguidor de San Lorenzo de Avellaneda; uno tal vez para integrarse en su nuevo barrio; el otro rememorando los colores del equipo de los orígenes de su padre, de manera que el fútbol acaba enfrentando a hijo y padre.


Entre las numerosas disquisiciones, resulta curiosa la separación de sexos que realiza el autor en el epígrafe titulado Guerra sexual: “Ellas ven el fútbol como lo que en realidad es: una excusa con múltiples ramificaciones posibles” (p. 95).


Los capítulos III y IV son más futboleros, tratando aspectos más propiamente futbolísticos y contando varias anécdotas bastante curiosas, siempre entremezclado con sugestivas citas y frases de entrenadores, jugadores o sociólogos, como un intento de establecer mayor complicidad con los lectores.


Otro epígrafe destacable es el que trata sobre el individualismo y la competencia dentro de los equipos de fútbol, desde los más modestos hasta los multimillonarios, lo que podría representar la sociedad actual. De manera que podemos asistir a los cambios que se han generado siguiendo el ejemplo del fútbol en las dos últimas décadas, como la situación del Real Madrid, un equipo que hace giras millonarias y se enriquece a base de la publicidad de sus estrellas (Beckham), en contraposición con países como Argentina o Brasil (por cierto, fábricas de futbolistas que luego vienen a las ligas europeas), más pobres pero donde el fútbol es todavía más importante si cabe, y por supuesto, más “puro”.


Pablo Nacach es un gran ensayista porque sabe dirigir sus ideas hacia donde quiere y porque su propuesta es original y enriquecedora.


(Reseña publicada originariamente en www.deriva.org en 2006).


martes, 5 de octubre de 2021

Olvido García Valdés: Las flores de algunos árboles



Las flores de algunos árboles

 

Las flores de algunos árboles

recién brotadas

son como caracoles

verdes, árboles invadidos

de infinitos gusanos,

levedad de materia.

Me da miedo la luz,

el hueso de tu sien

contra la mía.

 

(Olvido Gacía Valdés, Ella, los pájaros. 1994).

martes, 14 de septiembre de 2021

Sueños, de Franz Kafka


 2.

Noche en vela. La tercera consecutiva. Me duermo bien, pero al cabo de una hora me despierto como si hubiera metido la cabeza en un agujero equivocado. Estoy completamente espabilado, con la sensación de no haber dormido en absoluto o de no haberlo hecho más que bajo una fina membrana, de nuevo me espera el esfuerzo de caer dormido y me siento repelido por el sueño. A partir de ese momento y hasta eso de las cinco de la mañana, toda la noche se desarrolla del mismo modo, consigo dormir pero me despiertan continuamente sueños intensos. Duermo literalmente a mi lado, mientras debo pelear a golpes con mis propios sueños. A eso de las cinco, la última huella de la somnolencia ha desaparecido y entonces no hago más que soñar, lo cual resulta más agotador que el propio insomnio. En resumen, paso la noche entera sumido en el estado en el que cualquier hombre sano se encuentra momentos antes de dormirse del todo. Cuando despierto, los sueños se agolpan a mi alrededor, pero me cuido bien de examinarlos. Al amanecer suspiro sobre la almohada, sabiendo que, por esta noche, toda esperanza ha desaparecido. Pienso en todas aquellas noches a cuyo término me parecía ser extraído del sueño más profundo y despertaba con la sensación de haber estado encerrado en una nuez.


(Sueños, de Franz Kafka. Errata Naturae, 2010. Traducción de Iván de los Ríos).

martes, 7 de septiembre de 2021

South of the Circle: una historia de amor y política



 

Hay videojuegos que no parecen del todo videojuegos, que podrían entenderse como experiencias visuales o películas interactivas, ya que pueden tener una jugabilidad prácticamente nula, pero son disfrutables en muchos sentidos. 

 

En una intersección entre videojuego y experiencia visual se encuentra South of the Circle. A diferencia de algunos clásicos recientes de aventura gráfica como Heavy Rain o Life is Strange, en South of the Circle tus decisiones no van a ser importantes; de hecho, apenas van a modificar la historia o el final; sin embargo, se tiene la sensación de que cada vez que manejas a Peter, el protagonista, e interactúas con el resto de personajes, estás formando parte de la historia. Una historia, por cierto, intimista, narrada de manera fluida y construida a base de flashbacks que se van fundiendo con la línea argumental a la vez que va conformando tantas temáticas secundarias que podría parecer abrumador. Sin embargo, los chicos de State of Play Games han sabido armar una historia rica, sin perder coherencia y cohesión.

 

El juego comienza en La Antártida en 1964, en un contexto de Guerra Fría. Dos hombres tienen un accidente aéreo y el avión queda atrapado en la nieve. Peter se adentra en el vasto paisaje nevado para encontrar provisiones y pedir ayuda, pero se enfrenta a las inclemencias del tiempo, así como a la incertidumbre, pues no sabe muy bien cuáles son las bases internacionales que habitan el enorme páramo nevado y por tanto, desconoce con quién o qué se podrá encontrar. En ese itinerario de supervivencia, comienzan a venirle distintos recuerdos del pasado, de manera que iremos descubriendo fragmentos de la vida de Peter y por qué está allí. 

 

El uso de los saltos en el tiempo sirve para reconstruir la historia, que se centra mayormente en la situación laboral de Peter. Vemos que es profesor en la Universidad de Cambridge, que está intentando terminar su tesis doctoral. En ese momento, conoce a Clara, una profesora brillante, compañera en Cambridge. Ella se interesa por su trabajo y le ayuda a terminar la tesis aportando valiosas ideas a la vez que inician una relación sentimental. Clara supone un punto de inflexión no solo en la vida de Peter, sino también en la historia, ya que contribuye a que haya una mayor tensión tanto a nivel narrativo como emocional. 




Entre las distintas temáticas que contiene, destaca el tratamiento de género, con situaciones de personajes femeninos que tienen dificultades por expresarse libremente o incluso por crecer laboralmente por el hecho de vivir en una sociedad patriarcal. Estamos en los años 60 y apenas había oportunidades para las mujeres, menos aún en un ámbito tan elitista como una universidad de tanto prestigio, en un contexto de Guerra Fría, donde todo se miraba con lupa. A medida que la trama avanza encontramos pequeños guiños o giros que enriquecen la historia con tintes políticos. Algo similar ocurre con el desarme nuclear, otro tema más escondido pero presente a lo largo del juego. De ahí los numerosos temas secundarios que antes comentaba.

 

En esta línea, también llama la atención la visión crítica hacia la Inglaterra academicista y conservadora, así como a las posiciones inflexibles de las potencias políticas en el contexto de la delicada década de los 60, especialmente la propia Inglaterra y Rusia. Porque ante los excesos de patriotismo, iremos viendo que lo humano está por encima de lo ideológico. Todas esas temáticas se mezclan como piezas de un puzle y encajan con naturalidad.

 

No voy a negar que lo más criticable de South of the Circle es precisamente su escasa jugabilidad, pues aunque vemos unos iconos que se muestran en pantalla y que debemos interpretar para elegir uno de ellos a modo de respuesta, poco o nada cambiarán la historia y sus consecuencias. Además, no es fácil identificar las diferencias que representa cada símbolo, lo que puede motivar que el jugador o jugadora dude o escoja al azar, dando la sensación de que no es del todo importante. En las encrucijadas en las que nos veremos envueltos apenas hay posibilidad de elección y todo parece decidido a un solo final. Por ello, para algunos jugadores puede haber una sensación de escasa implicación, llegando a pensar que más que un videojuego se trata de una novela visual. Tal vez se justifica esa escasa capacidad de tomar decisiones debido a la propia temática, pues al final hay un sentimiento de culpabilidad en Peter que es el motor de la historia. Es como si los creadores nos dijeran que no podemos modificar el pasado, que nada de lo que hagamos cambiará las decisiones que fueron tomadas. Porque de lo que trata realmente South of the Circle es de la culpabilidad. Gracias al recurso de los flashbacks, se comprende el conflicto de Peter con su pasado, algo, por cierto, muy propio de las novelas modernas, donde el personaje principal intenta reconstruir unos hechos sobre su vida que muchas veces no se sabe si son reales o imaginarios. El juego nos invita a cuestionarnos cómo nos relacionamos con nuestros propios recuerdos y fantasmas, si aceptamos las decisiones que tomamos y nos plantea cómo eso nos configura y nos hace ser quienes somos.

 

También destaca el apartado visual, que recurre a un estilo cinematográfico, gracias al uso de  transiciones que unen objetos como puertas que abrimos en el presente y se funden con escenas pasadas, creadas por la cabeza de Peter. Las distintas capas de la realidad se mezclan, dando continuidad espacio-temporal a sus vivencias, a la vez que configuran el estado de ánimo del protagonista. Asimismo, la ambientación está muy conseguida, gracias a un sonido sugerente y unos gráficos elegantes donde los colores pastel se adueñan de la pantalla, con un efecto casi minimalista, evocando bien la década de los 60. En ocasiones, hay escenas que tienden hacia cierta abstracción para centrarnos en los personajes y sus emociones, prescindiendo de lo innecesario, lo que contribuye a la inmersión en la historia. South of the Circle nos ofrece una experiencia sensitiva y emocional que calará en muchos, aunque será insuficiente para otros debido a su escasa interacción.


(South of the Circle, State of Game, 2020. Apple Arcade).



 

 

 

martes, 31 de agosto de 2021

Thom Yorke + A Scanner Darkly

 


(Thom Yorke: “Black Swan”, The Eraser, 2006 / A Scanner Darkly (Una mirada a la oscuridad), dirigida por Richard Linklater, 2006 -basada en la novela homónima de Philip K. Dick-).

sábado, 21 de agosto de 2021

Exposición de caligramas de José Ortega



Los caligramas son poemas visuales con una tipografía y disposición de los versos que buscan una forma gráfica que representa un objeto y normalmente el texto alude a ese mismo objeto que intenta representar. Guillaume Apollinaire, uno de los máximos artífices de los caligramas a principios del siglo XX decía que eran un tipo de verso libre. Los caligramas juegan con la forma gráfica y tienen una gran dificultad técnica y tipográfica.

Jose Ortega es un poeta con experiencia en el arte del caligrama y esta puede ser una gran oportunidad para disfrutar de cerca de sus poemas visuales.

La exposición de caligramas de José Ortega puede verse en el Centro Cultural San Vicente de Almazán (Soria) de 19:30 a 21:30 hasta el 29 de agosto.





jueves, 5 de agosto de 2021

Lawrence Ferlinghetti: Bashō



A Bashō  le habría gustado

un lago como este

carreteras secundarias

a ciudades lejanas

se reflejan en él


                    *

Bashō  would have liked

a lake like this

back roads to far towns

reflected in it


(Lawrence Ferlinghetti, Back roads to far places (1971), recogido en El pulso de la luz. Poesía escogida. Traducción de Antonio Rómar. Salto de Página, 2016).

miércoles, 28 de julio de 2021

Conexión, de Kae Tempest

 


Conexión, de Kae Tempest. Sexto Piso, 2021. Traducción de Esther Villardón.


Kae Tempest, antes conocida como Kate Tempest, es una artista interdisciplinar imprescindible para siglo XXI. La compositora, cantante, poeta, autora dramática -aunque para mí mayormente conocida por su faceta musical- publica Conexión, un pequeño libro autobiográfico nacido de la necesidad de comunicar varias de sus preocupaciones y conectar con la gente en la época de la pandemia tras el COVID-19.


Pero, ¿qué es exactamente Conexión? Pues ya en la primera frase uno puede hacerse una idea, que después irá desgranando en las páginas posteriores: “Este libro habla de la conexión. De cómo la inmersión en la creatividad puede unirnos y ayudarnos a cultivar una mayor consciencia de nosotres mismes”.


Conviene aclarar que Kae Tempest se ha cambiado el nombre recientemente (antes era conocida como Kate Tempest) y se ha declarado de género no binario, pidiendo  que se hable de ella sin referirse a “ella” (en inglés se utiliza “they” y “them”), así que, manteniendo esta característica, el libro respeta el uso del lenguaje no binario e inclusivo, como señala la traductora: “Se empleará el morfema «-e» para evitar el masculino genérico al referirse a grupos colectivos”. Yo intentaré hacer lo mismo.


Por cierto, es muy aconsejable leer el comunicado que publicó en Redes Sociales en agosto de 2020 (ver traducción al español aquí), porque no tiene desperdicio y puede servir para aclarar de dónde viene su cambio de nombre. En todo caso, y más allá de estas problemáticas sobre el género y el lenguaje, lo que tenemos aquí es un libro donde Tempest aborda desde su experiencia como cantante y escritore, la creatividad como una forma de conocerse a sí misme a la vez que un intento de tender puentes emocionales con los demás. 


Tempest puede resultar sosegade y creo que es uno de sus méritos, ya que de esta manera será más fácil llegar a más público. No obstante, su discurso es profundo e invita a la acción, al cambio en cada individuo, con frases que pueden recordar a algunas de las proclamas del ya lejano Movimiento 15M porque buscan la solidaridad, la responsabilidad social frente al Capitalismo violento y deshumanizado: “Cuando, en lugar de considerar qué podemos ofrecer, estamos obsesionades con qué podemos obtener de un intercambio o cómo podemos beneficiarnos, estamos siendo explotadores” o “¿Y si alcanzamos la civilización no por nuestra habilidad como cazadores sino por nuestra habilidad como cooperadores?”.


Una de las cosas que más me llama la atención de Kae Tempest es que, a pesar de su carácter indómito y crítico con el sistema, ha conseguido ser reconocide con premios como el Ted Hughes de Poesía o nominaciones al Mercury Prize y Brit Awards de la música británica. Incluso, aquí en España, hace tan solo dos meses, sus entradas para un recital en Madrid se agotaron en cuestión de horas. Es de esos artistas (como PJ Harvey o M.I.A.) cuya personalidad desborda talento y compromiso con el momento en el que vivimos y alzan la voz para mostrarlo desde una actitud crítica. Si hablamos de su faceta musical, sus álbumes son un puñetazo de música urbana, esa que bebe del spoken world, el hip hop, el grime, la música electrónica y el punk, y por tanto, es un canto a la heterogeneidad, siempre acompañada por letras reivindicativas que denuncian la realidad en la que vivimos: sus injusticias, contradicciones, perversidades. No cabe duda de que Kae Tempest es une de les artistes musicales más fascinantes del siglo XXI y álbumes como Let Them Eat Chaos (2016) o The Book of Traps and Lessons (2019) lo confirman.


Volviendo al libro. ¿Es Conexión un libro de autoayuda? ¿Lo es Cosas que los nietos deberían saber, de Mark Oliver Everett (el verdadero nombre de Mr. E de Eels)? ¿No lo es Instrumental, de James Rhodes?


Conexión es un libro que nace desde la inmediatez de la época marcada por el COVID-19 y se nota, ya que Tempest aborda distintas cuestiones relativas al confinamiento y a su imposibilidad de salir de gira, tocar en conciertos, etc. Para alguien que viaja a menudo, hace pruebas de sonido, da conciertos, ofrece recitales, asiste a programas de radio, de televisión, etc, parece necesario parar un momento y reflexionar sobre el valor de su trabajo. Y Tempest es agradecide: “Hago música y se me garantiza el acceso a una libertad tan firme que me deja brillando de los pies a la cabeza”. Pero también es comprometide. Algunas de sus preocupaciones son la creatividad, que “estimula la conexión”, la cohesión de grupo, el cuidado y la empatía. Sabedore de las perversidades del Capitalismo, afirma que deberíamos ayudarnos en vez de competir. 


En relación a esto, el filósofo germano-coreano Byung-Chul Han denomina “enjambre digital” a la masa actual y afirma que “el enjambre digital consta de individuos aislados”, pues actualmente “los individuos se funden en una nueva identidad, en la que ya no tienen ningún perfil propio”. Y ahí es donde Tempest propone su idea de conexión, reforzando lo que tenemos de humanos, de seres sociales. Para Tempest, la creatividad nos permite (re)conocernos, (re)pensarnos.


Uno de los aspectos que llama la atención del libro es el recurso de las citas con el poeta inglés William Blake para abrir cada capítulo, algo que, por cierto, recientemente han hecho otros autores como la escritora polaca (Nobel de Literatura en 2018) Olga Tokarczuk con su novela Sobre los huesos de los muertos. Parece que Blake (que también fue motivo de juego intertextual en la película Dead Man de Jim Jarmusch) tiene mucho jugo y a día de hoy sigue siendo percibido como un visionario, 200 años después. En todo caso, le poete londinense sigue el hilo de las citas porque hay un poso profundo y le sirve para enlazar sus propias ideas. Es otra muestra más de la conexión del libro, de la capacidad de le autore por buscar puentes entre ideas, emociones, actos y personas. Algo, que también hace con Carl Jung y su Libro rojo.


Cuando uno acaba el libro, queda patente su intención persuasiva, parece como si su faceta más empática y compasiva (en un sentido budista) saliera a flote para acompañarnos a pensar, a pensarnos en este contexto tan diverso y complejo en el que vivimos. Sin duda, Conexión contribuye a conectarnos y a indagar en la sociedad y en nosotros mismos.


viernes, 9 de julio de 2021

William Gibson y Mark Rothko: colores

Blue, Green and Brown, 1952

El cielo sobre el puerto tenía el color de una pantalla de televisor sintonizado en un canal muerto.

-No es que esté desahogándome -Case oyó decir a alguien mientras a golpes de hombro se abría paso entre la multitud frente a la puerta del Chat. Es como si mi cuerpo hubiese desarrollado toda esta deficiencia de drogas -era una voz del Ensanche y un chiste del Ensanche. El Chatsubo era un bar para expatriados profesionales; podías pasar allí una semana bebiendo y nunca oír una palabra en japonés.


(Neuromante, de William Gibson. 1984. Editorial Minotauro. Traducción de José Arconada Rodríguez y Javier Ferreira Ramos). 

sábado, 3 de julio de 2021

Raised By Wolves: ser o no ser (ciborg)


(Raised By Wolves, serie de 10 episodios creada por Aaron Guzikowski y producida por Ridley Scott. HBO, 2020). 
 

martes, 22 de junio de 2021

Tell Me Why: ese montón de espejos rotos


 


¿Cómo nos relacionamos con nuestro pasado? ¿Qué tipo de narrativa nos construimos para rememorar un hecho traumático de la infancia? ¿Cómo nos afecta y cómo nos modifica a lo largo de nuestra vida?

 

Tell Me Why parte de una escena traumática que dejará marcados a los protagonistas, poniéndonos en la piel de los gemelos Tyler y Alison para enfrentarlos a sus propios fantasmas y buscar respuestas diez años después a un hecho trágico en el que su madre murió siendo ellos unos niños. Al ser una aventura narrativa, se prioriza la narración sobre la acción, destacando la capacidad de explorar escenarios y la toma de decisiones que afectarán a los acontecimientos, pero pocos juegos se sumergen en una historia tan emotiva y una ambientación tan intimista, sin resultar cursi ni sensiblera. Ya vimos de lo que Dontnod son capaces de hacer con Life is Strange 2, seguramente su historia más madura, donde se combinan a la perfección una lectura intimista con una lectura política. Tell Me Why también habla del dolor ante la muerte, de la relación entre hermanos, e incluso contiene un compromiso con temáticas LGTBQ+, pero se centra mucho más en el aspecto emocional. Es un juego más pequeño, más directo.

 

Lo que hace de Tell Me Why una experiencia especial es el hecho de tratar algunas temáticas poco desarrolladas en los videojuegos y solo por ello, ya lo hacen interesante. Me refiero a la transición de género de Tyler, que, sin ser lo principal, es importante para comprender parte de su historia, de su relación con su madre, de sus dudas e incertidumbres que han ido perdurando a lo largo del tiempo. Al principio, y esto me parece un acierto en su propuesta, no sabemos muy bien hacia dónde irá avanzando la trama. El hecho de que Tyler antes fuera percibido como niña y ahora esté inmerso en un proceso de transición, le lleva a mostrarse irascible e incluso su hermana le espeta que no esté tan a la defensiva. No creo que sea fácil volver a su pueblo natal convertido en otra persona (no solo por su cambio de sexo), cuando ha estado ausente muchos años debido a una situación trágica que le ha convertido en huérfana, además de vivir separada de la persona que más quiere y con la que mejor se entiende. El regreso de Tyler, es un cambio significativo porque supone el desencadenante para rebelarse y revelar lo que la realidad no quiere mostrar.

 

En esto sentido, Tyler encuentra a su hermana Alyson a esa persona que no solo lo escucha, sino que lo comprende y lo respeta. El hecho de que sea trans nos sugiere que no todo es lo que parece, algo recurrente en el juego. Como capas que se superponen para dar forma a una realidad compleja. Cuando buscamos pistas e información sobre Marie-Ann, la madre de Alison y Tyler, para ir recomponiendo el puzle de lo que realmente sucedió aquella fatídica noche, iremos comprobando que cada personaje esconde algo. Delos Crossing (ficticio pueblo de Alaska donde transcurre la trama) tiene una atmósfera lynchiana, con un aroma melancólico y tranquilo, que esconde una realidad más turbia, un poco al estilo de Twin Peaks o el comienzo de Terciopelo Azul.


En diez años los gemelos Ronan se han hecho adultos, incluso la niña Ollie es ahora un chico atractivo llamado Tyler. Por fuera, han cambiado muchas cosas, pero de alguna manera, es como si el tiempo no hubiera transcurrido en la vida interior de ambos. Por ello, perduran preguntas en el aire y emociones soterradas que empiezan a removerse después de volverse a ver. Tyler recuerda a la gente con la que tenía contacto cuando era niña, pero después de tanto tiempo, ya nada es lo que era. Su irrupción en Delos Crossing sirve para desmoronar el castillo de naipes de la normalidad. Remover el pasado implica muchas veces dolor, culpabilidad, y por ello se necesita mucha fuerza de voluntad y valentía. 

 

Como ocurre con algunas series clásicas de HBO (A dos metros bajo tierra, Olive Kitteridge), el tono de Tell Me Why es lento. Busca momentos intensos y muestra detalles que finalmente se acumulan para acabar explotando. Pero de lo que realmente habla Tell Me Why es de la (in)capacidad de reconstruir recuerdos, la (in)evitabilidad del paso del tiempo y cómo nos condiciona en la medida en que somos también memoria. Los hermanos Ronan indagan en el pasado, vuelven una y otra vez a aquella fatídica noche en que todo cambió. Quieren saber la verdad de lo ocurrido, pero, ¿qué es la verdad? ¿Acaso hay una única verdad para todos?

 

Decía Borges en su poema “Cambridge” que “Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos” y algo así sucede en las cabezas de Alison y Tyler. La memoria puede ser un infierno, más todavía cuando se está solo o sola y no se es capaz de encontrar respuestas. Las trampas de la memoria pueden llevarnos a una misma escena una y otra vez, revivirla hasta la extenuación. Pero también puede ofrecernos una imagen distorsionada de lo ocurrido, de nosotros mismos. Si nos detenemos mínimamente en los versos de Borges, me parece que sirven para entender un poco mejor la historia de Tell Me Why, ya que el pasado se convierte en escenas que se asemejan a un museo, pues, el tiempo se nos escapa; podemos regresar a esas escenas una y otra vez para intentar comprender lo que realmente sucedió, pero no podremos cambiar los hechos. 



 

En Tell Me Why, ambos protagonistas se comunican por telepatía, además de ser capaces de visualizar escenas del pasado y reconstruirlas. Esas imágenes de niñas junto a su madre, nos permite a los jugadores acercarnos a lo ocurrido, más bien, a lo que ellos creen que ocurrió. Son escenas fantasmales, casi parecieran fragmentos de un museo de cera. Continuamente, se pone en entredicho si lo que vemos sucedió realmente. Los “espejos rotos” a los que alude Borges sirven para simbolizar lo vivido por Tyler y Alison . Dice también el autor argentino en ese bello poema: “Como en los sueños / detrás de las altas puertas no hay nada / ni siquiera el vacío”. Durante las ocho o diez horas del juego, intentaremos atravesar puertas, investigaremos en cuartos, estancias, buscaremos pistas en libros, interrogaremos a personas del círculo cercano a ellos y hasta rememoraremos escenas del pasado para encontrar pruebas que den sentido a lo ocurrido. Pero como en un sueño, el recuerdo se mezcla con la emoción. El recuerdo nunca puede ser tal y como ocurrió, y por tanto, el sueño tampoco. El tiempo se nos escapa, la memoria siempre es insuficiente, es una reconstrucción quebrada, un intento de dar forma al vacío. Si hay dos personas que recuerdan una misma experiencia, tampoco pueden obtener exactamente las mismas imágenes, las mismas verdades, ni siquiera aunque sean gemelos y estén fuertemente unidos. Por ello, tras el reencuentro, Alison y Tyler deciden enfrentarse a sus fantasmas, a esos espejos rotos que no les permiten saber lo que ocurrió verdaderamente, tal vez porque la verdad no existe, o en todo caso, existe una verdad por cada persona. Ellos quieren avanzar, deben vencer su culpabilidad, su miedo, su incertidumbre. Para lograrlo, deben volver al pasado, combinar sus fuerzas, enfrentarse al vacío. Y obtener una verdad, su verdad.

 

Uno de los puntos fuertes de la historia y que poco a poco va cobrando más peso es Mary-Ann, la madre excéntrica de Tyler y Alison, una mujer incomprendida por todos. Nada es lo que parece en Delos Crossing. Mary-Ann es un personaje lynchiano, de esos que tienen morbo, al arrastrar un pasado oscuro y desconocido. Ella llega a una tierra nueva para rehacer su vida, para reinventarse. A ojos de los demás, Mary-Ann es inestable y problemática, pues se sale de la normalidad. Al principio -supongo que esto le ocurre a la mayoría-, Mary-Ann me caía antipática, pero después de ir descubriendo evidencias sobre su pasado fui cambiando de opinión, debido a que al final se trata de un ser frágil, que ha sufrido reveses familiares y sentimentales y arrastra el lastre del pasado. Al final, sus propios hijos se dan cuenta de que no la conocían, y ahora, todo cambia, la narración del pasado, su relación con ella, incluso la verdad de lo que ocurrió aquella noche. Dontnod logra que veamos y sintamos junto a Tyler y Alison pero que no juzguemos. Y aciertan.

 

Probablemente, Tell Me Why es uno de los juegos más intensos a los que he jugado. La historia va cobrando interés y el itinerario que seguiremos encarnando a los hermanos Ronan nos llevará por caminos poco transitados para la mayoría. Tal vez por ello, no es un juego para todos los públicos. Pero es un juego necesario por cuanto tiene de valor de la vida, como un ejemplo de resiliencia, de capacidad para superar una experiencia traumática y seguir hacia delante. También es un ejemplo de cómo la realidad no suele tener una sola verdad. Quien juegue a Tell Me Why, tendrá una experiencia única que no olvidará.

 

(Artículo publicado originariamente en Nivel oculto en mayo de 2021).