Una enseñanza es lo estrecho
Escalones adentrándose en la piel
caliza, arrinconada férrea
cúprica
azufrada
Mirar las fisuras lingüísticas
resistiendo
el temor a la oscuridad
Un fuego que expira humo barre la mente y otorga
geometría
Al hacerse matriz
lo estrecho gotea hacia la nube
infinita
*
Caminaba sobre el vértice de la raspa
como una mujer negra
cansada a pesar de todo
arando con las uñas
el verano fue tan apretado como un ovillo:
sus cuerpos chapoteaban contra mí
mientras con mis huesos hacíamos la cabaña
sobre ella la sal
de sus vocecitas
antes del amanecer lloraban
*
Llevaba un jersey gris aquella tarde
Los niños corrieron hacia las puertas automáticas del
supermercado
Le miré al interior de los ojos y no le vi dentro de sus
ojos:
una maraña de ideas ocultaba su alma como un zarzal.
Acerqué la mano para acariciar lo que recordaba de él
Acerqué la mano para acariciar lo que recordaba de él
en la cuna de paja
una huella caliente
(Yaiza Martínez, El hogar de los animales Ada, Devenir, 2007).
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