HIPÓLITO: Podríamos jugar a un juego.
FEDRA: ¿A qué juego?
HIPÓLITO: A adivinar, por su trino, el nombre de los pájaros.
FEDRA: Eso es muy difícil. Además, yo perdería.
HIPÓLITO: Podemos jugar, si lo prefieres, a tumbarnos boca arriba sobre la hierba.
FEDRA: ¿Y ese qué juego es?
HIPÓLITO: El de las olas del cielo y las nubes del mar.
FEDRA: ¿Las olas del cielo y las nubes del mar? Vuelve a repetirlo.
HIPÓLITO: Las olas del cielo y las nubes del mar.
FEDRA: ¿Y no sería al revés?
HIPÓLITO: Los errores, muchas veces, encierran su belleza que en los aciertos es difícil encontrar. Aunque no sea correcto, las olas del cielo y las nubes del mar evoca algo mucho más hermoso. ¿No te parece?
(Velocidad mínima. El teatro viene después, de Paco Bezerra. Ediciones La uÑa RoTa, 2022).
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