Estos días he estado releyendo Tres, uno de los libros de poesía de Roberto Bolaño, y lo cierto es que cada vez que lo leo me gusta más. Su heterogeneidad. Su capacidad de síntesis de literaturas e influencias diversas. Su poesía narrativa. Su narración poética. Su mirada alucinada de la realidad. Añado un poema que constituye el último fragmento del tercer poemario del libro, titulado Un paseo por la literatura. El poema o fragmento en cuestión es el número 57:
Soñé que Georges Perec tenía tres años y lloraba desconsoladamente. Yo intentaba calmarlo. Lo tomaba en brazos, le compraba golosinas, libros para pintar. Luego nos íbamos al Paseo Marítimo de Nueva York y mientras él jugaba en el tobogán yo me decía a mí mismo: no sirvo para nada, pero serviré para cuidarte, nadie te hará daño, nadie intentará matarte. Después se ponía a llover y volvíamos tranquilamente a casa. ¿Pero dónde estaba nuestra casa?
(Roberto Bolaño, Tres, Ed. Acantilado).
Qué poema más bueno... Conozco más su narrativa, pero este poema me encanta.
ResponderEliminarLa poesía es un género tan vetusto, hortera y anticuado que casi nadie se da cuenta del gran poeta moderno que es Bolaño en toda su obra narrativa.Y no sé si me explico....
ResponderEliminarTe explicas, Andrés, claro que te explicas.
ResponderEliminarYo siempre he defendido que la poesía no solo es la (buena poesía) que se escribe en verso; puede ser también en prosa, en novela o en cine... Y estoy de acuerdo, Bolaño es uno de los grandes poetas actuales. Me parece mejor novela Los detectives salvajes pero más poética 2666.