El pasado viernes 5 de noviembre asistí por primera vez al Festival Internacional de Poesía y Polipoesía Yuxtaposiciones en la Casa Encendida de Madrid, y pude ver cuatro actuaciones estimulantes. Poesía, spoken word, performance y mucha intensidad.
Eloy Fernández Porta realizó un montaje basado en el ensayo y las imágenes visuales, acompañado de música, ironía, poesía y crítica social. El alemán Dirk Huelstrunk, poeta y artista sonoro, demostró las posibilidades de la experimentación con la voz y los sonidos, aportando capas y texturas de sonidos y ruidos, donde podía leerse entre líneas la dificultad de la comunicación (no en vano, lo primero que dijo Huelstrunk al presentarse fue que Madrid era una ciudad muy ruidosa). El estadounidense Bryan Lewis Saunders fue un tornado que se llevó todo por delante. Apadrinado por Lydia Lunch, y calificado como un hijo bastardo de William S. Burroughs, su spoken word unía imágenes violentas y en muchos casos escatológicas con textos directos y críticos con la sociedad de consumo y la juventud. Pero el plato fuerte fue el postre. Linton Kwesi Johnson fue sobrio e impactante. Su dub poetry comenzaba a adoptar forma: la poesía cobraba ritmo, gracias a una voz que parecía suplir a un bajo y a una batería, sumado a la potencia de un discurso político en favor de los derechos de los afroamericanos. Cuando Johnson hubo terminado, la gente tardó unos segundos en reaccionar antes de aplaudir, el impacto del jamaicano fue grande.
Dejo algunas muestras.
Bryan Lewis Saunders
Linton Kwesi Johnson en el Festival Internacional de Poesía de Medellín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario