La exposición “Pere(t)c tentativa de inventario” de la Fundación Luis Seoane de La Coruña (la mayor hasta la fecha realizada sobre Georges Perec) es un auténtico homenaje al autor de La vida instrucciones de uso. No es aconsejable solo para cualquier aficionado a su obra (para estos, se me antoja imprescindible), sino para cualquier curioso que busque capacidad de juego y sorpresa, además de fusión de distintos lenguajes artísticos (narrativa, poesía, cine, vídeo, fotografía, matemáticas, etc).
No es posible agotar los lugares creados por Perec. No lo es, porque sus espacios son infinitos y porque su imaginación desborda los límites de la creación literaria. Desde una calle parisina como símbolo del paso del tiempo y de la muerte, hasta las múltiples posibilidades de la página en blanco: las tentativas de Perec por ampliar los espacios de la realidad son un ejemplo de lo que la literatura puede dar de sí. Ya que el tiempo todo lo devora, el espacio permite poder mirar el tiempo a través de sus transformaciones, y esa es una de las ideas sobre las que se levanta la literatura de Perec, una literatura minúscula y mayúscula al mismo tiempo, repleta de resonancias y espejos dentro de otros espejos.
Desde Me acuerdo hasta La vida instrucciones de uso; desde W o el recuerdo de la infancia, hasta Tentativa de agotar un lugar parisino, la literatura de Perec es un intento de recrear la memoria (la que perdió siendo niño cuando desaparecieron sus padres) y recuperarla por medio de la literatura. De ahí su afición por enumerar, por inventar islas y viajes disparatados, desapariciones de vocales o descripciones de plazas donde no ocurre nada extraordinario, porque lo infraordinario es lo que marca el proceso de la vida y su pequeñez resulta extraordinaria.
Destaca en la literatura de Perec la importancia de los objetos y por ello los enumera constantemente, porque los objetos son museos minúsculos, pequeños símbolos de la vida de las personas. Para el autor de Un hombre que duerme, esas pequeñas cosas del día a día constituyen el arte de lo cotidiano (¿acaso porque en lo cotidiano se esconde un destello de la muerte?). Su primera novela, Las cosas, muestra cómo se puede contar una historia a partir de los objetos. Lo infraordinario (ver reseña aquí abajo) juega con inventarios de cosas (desde postales, hasta alimentos). La vida instrucciones de uso describe un edificio donde los objetos están dispuestos en función de los personajes que los poseen. Es la descripción el eje sobre el que se vertebra el discurso perecquiano. En sus novelas y relatos, parece que no pasa nada, y la narración es prácticamente sustituida por la descripción. Por eso escribió Especies de espacios, un libro inclasificable, a pesar de que intenta clasificar los espacios urbanos más propios del hombre y su relación con la literatura y el uso del lenguaje.
En la exposición “Pere(t)c tentativa de inventario” puede comprobarse no solo la importancia de los objetos y los espacios cotidianos en la obra del francés, sino también cómo su literatura transciende los límites marcados por la tradición y cómo tiende puentes con la pintura, el vídeoarte, el cine o la fotografía, lo que demuestra que Georges Perec, además de ser un gran escritor, también es un autor actual, cuya sombra, me temo, será alargada durante mucho tiempo, pues parece que el comienzo del siglo XXI le ha sentado muy bien a sus libros, al menos en el mundo hispánico (por algo, se están traduciendo textos inéditos hasta la fecha, así como actualizando otros títulos que ya habían sido publicados en español anteriormente). Al acabar la exposición, parece como si uno se hubiera empapado de Perec, pero a la vez, le faltara algo de Perec. Porque los lugares perecquianos son inagotables.
(Más información sobre la exposición aquí).
Fotografías de María González Montero
seguro acá no llegará esa expo
ResponderEliminarhay un rompecabezas?
hay mapas de ciudades?
de edificios?
Pues esta expo debería moverse a otros sitios, porque es brillante. No había puzzles, pero había juegos de palabras, trampantojos, dibujos que podían verse de diferentes maneras, mapas de edificios (esbozos de cuando escribió La vida instrucciones de uso)...
ResponderEliminar“Los espacios de la realidad”, “los objetos como museos, como símbolos de la vida de las personas”, dan ganas de ir a La Coruña para ver la exposición.
ResponderEliminarDices: ¿acaso porque en lo cotidiano se esconde un destello de la muerte?, pero ¿acaso la muerte no se esconde en cualquier objeto, en cualquier rincón y hasta en el vacio? ¿acaso la muerte no es omnipresente como antes era dios, un dios que ocupa el lugar del dios muerto transformándose en dios-muerte? Perdón, pero mi edad me hace ver la muerte en cualquier sitionositio
No he leido nada de Perec, pero voy a buscar en la biblioteca La vida instrucciones de uso para empezar a conocerle.
Por otra parte decirte, que nos estamos moviendo para pedir la reapertura de los talleres en las mismas condiciones y con los mismos profesores.
Un saludo
Estela
Hola Estela:
ResponderEliminarestoy de acuerdo con lo que dices, la muerte se esconde en cada objeto, y por supuesto, en el vacío. Esa es una de las razones por las que me gusta Perec, porque él sabía eso y también sabía cómo literaturizar a partir de ahí. Tiene libros que sin ser novelas al uso, hablan de estos temas, como W o el recuerdo de la infancia, Lo infraordinario, Especies de espacios... Ya me dirás si te gusta, espero que sí.
Sobre los talleres, me pondré en contacto con vosotros enseguida, para que tratemos algunos temas.
Saludos,
C. H.
Qué lástima que esta exposición me pilla un poco lejos, porque tiene que ser increíble. De Perec he leído "La vida instrucciones de uso" y el último, "Lo infraordinario", que reseñas un poco más abajo. Un auténtico genio de las letras actuales.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Babel:
ResponderEliminarCreo como tú que Perec es un genio, y aunque no es un autor muy conocido, su originalidad es enorme, y me da que su influencia todavía será mayor en los próximos años.
Saludos,
C.H.