domingo, 4 de diciembre de 2011

Leopoldo María Panero y Claudio Rizzo: un poema



Tu voz, su voz,
las voces todavía en mis laberintos cerrados, nuestras voces se confunden,
no se unen a la mía otra vez y todavía.
(Voces anónimas, voces sin sonido, voces sin eco, voces huecas como los hombres huecos: voces sin voz).
Eres mi sudor que tú mismo diluyes con tus dedos.
Otra vez intento recordar cuando te volviste el otro,
cuando mis pupilas divisaron aquel rayo unir en dos las nubes
que semejaron los cuerpos fundidos.
¿Cuándo sucedió?
Cuando la noche dejó paso a la luz del alba: la penetración
produjo un destello distinto.
De repente la escarcha, toda la escarcha se licuó a su alrededor.
¿Y la nieve?
(Leopoldo María Panero y Claudio Rizzo, Tensó, Hiperión, Madrid, 1997).

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