Hace dos semanas
salió publicada una reseña mía sobre Off The Road. Veinte años
con Cassady, Kerouac y Ginsberg de Carolyn Cassady en
el suplemento Los Lunes de El Imparcial. Este es
el texto.
Off The Road.
Veinte años con Cassady, Kerouac y Ginsberg, de Carolyn Cassady
(Ed. Escalera, 2013. Traducción de Ana Lima).
Carolyn Cassady, la que
fuera mujer de Neal Cassady, moría el pasado 20 de septiembre a los
90 años de edad, y al mismo tiempo, se publicaba en España sus
memorias tras veinte años de relación con Neal Cassady, Jack
Kerouac (del que fue amante) y Allen Ginsberg.
Carolyn Robinson
(apellido de soltera) nace en Michigan en 1923 y tras residir en
varios sitios, recala en Denver para estudiar en la Universidad,
donde posteriormente impartirá clases de arte. Allí conoce a Neal
Cassady, se casa con él y tienen tres hijos. Ya en 1984 se muda a
Inglaterra y en 1990 publica Off the Road, sus memorias sobre
su relación con Cassady, Kerouac y Ginsberg. Carloyn aparece como
personaje en varias novelas de Kerouac: es Camille en En el
camino, y Evelyn en Big
Sur y Visiones de Cody
-de próxima aparición en
Ediciones Escalera-, por
lo que no se puede obviar la importancia que tuvo en la vida y la
literatura del autor de Los subterráneos.
En Off The Road
encontramos unas memorias
desmitificadoras sobre los héroes de la generación Beat, poniendo
énfasis en las experiencias cotidianas y asistiendo desde cierta
distancia a las numerosas peripecias de su marido. Carolyn,
cual Penélope del siglo XX, está fuera
de la carretera, tejiendo, cuidando a sus hijos y esperando a su
Ulises, que no es otro que el <<ángel loco>> Neal
Cassady, en quien se basa Kerouac para dar vida al mítico Dean
Moriarty de la famosa En el camino y
con quien Ken Kesey se embarca en la aventura lisérgica de los Merry
Pranksters en los años 60. Y ese es uno de los mayores
intereses del libro, asistir a las las experiencias de la mujer de
Cassady, así como amante del propio Kerouac y amiga de Allen
Ginsberg durante cincuenta años. Un testimonio privilegiado de la
gran novela de la vida de Kerouac y compañía.
Desde el comienzo, la
autora remarca el choque que supuso conocer a Neal, Jack y Allen,
bohemios y aventureros, teniendo en cuenta la educación basada en
principios victorianos que había recibido. Los jóvenes beatniks
fumaban hierba, viajaban de costa a costa y experimentaban todo tipo
de sensaciones. No tuvo que ser fácil para una mujer “criada para
temer y reverenciar los códigos sociales dominantes en los años
treinta y habiendo llevado una existencia protegida y llena de
restricciones”.
En el libro se percibe la
lucha interna no solo de Neal, sino también de Kerouac o de la
propia autora. Sin embargo, Carolyn destila cierta sabiduría
cotidiana y por momentos hasta escribe con una ironía que aflora con
un poso de amargura: “Solo me importaba casarme y no había caído
en la fecha. Nací en abril y ya era tonta de por sí, así que ¿qué
podría ser más apropiado para mí que casarme el 1 de abril, Día
de los Tontos en EEUU?”. Y ante tantos años de relación con Neal,
en su difícil papel de esposa y madre, no puede evitar resignarse,
seguramente como un mecanismo de protección, para salir adelante:
“(Me llevó mucho tiempo y muchos ejemplos aprender que 'ojos
que no ven corazón que no siente')”. Carolyn tiene que
criar a tres niños en muchos momentos sola, ante las idas y venidas
de Neal y no sin esfuerzo. La ambivalencia entre el cariño, y las
decepciones de Neal es constante. Aun así, Carolyn mantiene la
comprensión y el cariño hacia su marido hasta el final.
Este libro viene a
completar una visión bastante realista y cruda de Neal Cassady y
Jack Kerouac, que se une a otros testimonios que recalcan el
sufrimiento existencial de ambos, así como su inevitable
autodestrucción.
Off The Road se
completa con fragmentos de cartas de Neal, Jack y Allen, lo que ayuda
a componer un mosaico sobre las relaciones entre ellos y sirve de
contraste con la visión de Carolyn, de manera que satisfará a los
numerosos lectores de Kerouac, Ginsberg y compañía.
(Reseña publicada el 5 de enero de 2014 en Los lunes de El Imparcial).
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