Supongo que en toda sociedad la
producción del discurso está a la vez controlada, seleccionada y redistribuida
por cierto número de procedimientos que tienen por función conjurar sus poderes
y peligros, dominar el acontecimiento aleatorio y esquivar su pesada y temible
materialidad.
*
Siempre se puede decir la verdad
en el espacio de una exterioridad salvaje; pero no se está en la verdad más que
obedeciendo a las reglas de una "policía" discursiva que se debe
reactivar en cada uno de los discursos.
*
Todo sistema de educación es una
forma política de mantener o de modificar la adecuación de los discursos, con
los saberes y los poderes que implican.
*
¿Qué es, después de todo, un sistema de enseñanza, sino una
ritualización del habla; sino una cualificación y una fijación de las funciones
para los sujetos que hablan; sino la constitución de un grupo doctrinal cuando
menos difuso; sino una distribución y una adecuación del discurso con sus
poderes y saberes?
(Michel Foucault, El
orden del discurso, Tusquets, 1999. Traducción de Alberto González
Troyano).
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