Próximamente, el Círculo de Bellas Artes de Madrid homenajeará
al director de cine italiano Michelangelo Antonioni con un ciclo dedicado al creador de
obras tan fascinantes como Desierto rojo,
La noche o El eclipse.
Será, por tanto, una buena excusa para ver un tipo de cine
que hoy parece alejado del discurso dominante (un discurso pobre y redundante) actual. El cine de Antonioni no solo es sugerente, provoca al
espectador desde su experimentación lingüística y sus temáticas sobre la
soledad, la incomunicación o la angustia. Un tipo de cine que es una manera de
narrar a la vez que una manera de mirar. Antonioni pertenece a esa estirpe de
realizadores europeos que llevaron a una liberación del cine pocas veces
igualada (Robert Bresson, Luis Buñuel, Jean-Luc Godard, Alan Resnais, Ingmar
Bergman, Andrei Tarkovski). En el caso de Antonioni, siempre me ha llamado la
atención de sus filmes el movimiento de los personajes perdidos en su cotidianidad,
deambulando por un espacio que los oprime (¿ tal vez porque no pueden escapar de su
cotidianidad?). Como dice Domènec Font en su libro de la editorial Cátedra sobre
el realizador italiano: "Anotioni es el cineasta que mejor ha sabido
expresar la errancia del sujeto relacionada con un indeterminado universo
urbano, la contigüidad entre ambientes y personajes conforme a una triple
ecuación entre el espacio psíquico interior, el espacio arquitectónico y el
espacio del encuadre".
(Círculo de Bellas Artes de Madrid. Del 24.03.16 al 09.04.16. Más información aquí).
Cuelgo un video perteneciente a El eclipse:
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