Todo el mundo habla de Netflix. Todo el mundo habla de HBO. Incluso algunos hablan de Amazon Prime. Todo el mundo habla de las mejores series del año: Euphoria, Chernobyl, la segunda temporada de Mindhunter, la segunda de Big Little Lies. Incluso, aunque casi nadie habla de la segunda temporada de Fleabag, le han dado un premio Emmy. Y son grandes series. Pero nadie habla de Filmin, esa plataforma en streaming para poder ver otro tipo de cine. Y de dos de las series más jugosas del año son de Filmin: The Virtues y Home Ground. Dos series recientes que son impresionantes e incómodas. Sin fuegos artificiales. Dos series sinceras y necesarias.
The Virtues contiene una de las escenas más tensas e impactantes que se puedan ver en la tv. Como una mezcla entre el cine social de Ken Loach y la pegada de Celebración, de Thomas Vintenberg. Un hombre que trabaja de albañil y echa de menos a su hijo, y se refugia en el alcohol. Ese es el punto de partida para una historia profunda y sugerente, que revela un trauma escondido. Y con banda sonora de PJ Harvey.
Home Ground sorprende desde su planteamiento: la primera mujer entrenadora en un equipo de fútbol profesional masculino en Noruega. Y lo que eso conlleva, a pesar de ser en Noruega. Pero también habla de la maternidad, de las relaciones sociales, de la importancia de la colectividad y la estrategia frente a las adversidades del Capitalismo.
Ambas series nos reflejan problemáticas de la sociedad actual, de la Europa que se mira el ombligo y descuida problemas verdaderamente importantes.
(The Virtues, dirigida por Shane Meadows, 2019. Reino Unido. Miniserie de 4 capítulos).
(Home Ground, dirigida por Johan Fasting, 2018-19. Noruega. Serie de dos temporadas).
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