Y llueve y se hace tarde y toda la tristeza del mundo no cambia
nada.
*
Mi cabeza vuelve a ser incapaz de soportar toda la química
que mi corazón necesita.
*
El dueño de la química es el dueño del presente.
*
El amor es tan real como el resto de las cosas imaginadas.
*
No son fantasmas, porque los fantasmas no llevan botas ni
dejan huellas en la nieve.
(Ray Loriga, Tokio ya no nos quiere, Plaza y Janés, 1999).
Hola, Carletes,
ResponderEliminar¿leeremos esta obra de Ray Loriga en el Club?
Abrazos, H.
Hola Hyeronymus:
ResponderEliminarde momento no, pero sí El hombre que inventó Manhattan. De todas formas, se podría intentar pedir, es un libro muy poético... Seguro que te gusta.
Un abrazo!
aaaay el tito Ray...Cuando todavía prometía. A mi con diferencia me parece su mejor obra junto con Héroes y Dias Extraños pero se podría decir que yo soy un lector "desesperado" y esta obra, su canto del cisne en la literatura para lectores deseperados.Todo lo que ha hecho después está mejor o peor pero el hecho de que "El hombre que inventó Manhattan" le gustase mucho a mi Señor Padre dice mucho...aaay Jorge, tu antes molabas! :-D
ResponderEliminarHola Andrés, si te refieres, a que antes Ray se arriesgaba más, estoy de acuerdo, aunque no he leído su última novela. Tokio tiene algo especial, y sinceramente, me parece una gran novela. Tendría que releer sus primos libros ahora y ver qué efectos me produce.
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