domingo, 18 de marzo de 2012

Poesía vertical, de Roberto Juarroz


Sí, hay un fondo.


Pero hay también un más allá del fondo,

un lugar hecho con caras al revés.


Y allí hay pisadas,

pisadas o por lo menos su anticipo,

lectura de ciego que ya no necesita puntos

y lee en lo liso

o tal vez lectura de sordo

en los labios de un muerto.


Sí, hay fondo.


Pero es el único lugar donde empieza el otro lado,

simétrico de éste,

tal vez éste repetido,

tal vez éste y su doble,

tal vez éste.


*


El hombre,

maniquí de la noche,

apuñala vacíos.


Pero un día,

un vacío le devuelve feroz la puñalada.


Y sólo queda entonces

un puñal en la nada.


*


Lo visible es un adorno de lo invisible.


*


Estar.

Y nada más.

Hasta que se forme un pozo abajo.


No estar.

Y nada más.

Hasta que se forme un pozo arriba.


Después,

entre ambos pozos,

se detendrá un instante el viento.


(Roberto Juarroz, Poesía vertical, Cátedra, Edición de Diego Sánchez Aguilar, 2012).

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