jueves, 31 de diciembre de 2020

Sylvia Plath: Mujer sin hijos



Mujer sin hijos


La matriz

Agita su vaina, la luna

Se libera del árbol sin tener adónde ir.

Mi paisaje es una mano sin líneas,

Caminos que formaron un nudo,

El nudo que soy yo misma, 

Yo la rosa que tú consigues-

Este cuerpo,

Este marfil

Atroz como el chillido de un niño.

Igual que una araña, hilo espejos,

Fieles a mi imagen,

Engendrando sólo sangre

Rojo oscuro: ¡Pruébala!

Y mi bosque

Mi funeral,

Y este otero y este

Centellear con las bocas de los muertos.


1 de diciembre de 1962


(Sylvia Plath, Poesía completa. Bartleby, 2008. Traducción de Xoán Abeleira).


*



Childress Woman


The womb

Rattles its pod, the moon

Discharges itself from the tree with nowhere to go.


My landscape is a hand with no lines,

The roads bunched to a knot,

The knot myself,


Myself the rose you acheive—

This body,

This ivory


Ungodly as a child's shriek.

Spiderlike, I spin mirrors,

Loyal to my image,


Uttering nothing but blood—-

Taste it, dark red!

And my forest


My funeral,

And this hill and this

Gleaming with the mouths of corpses.

jueves, 24 de diciembre de 2020

sábado, 12 de diciembre de 2020

Días extraños, una película ciberpunk: recuerdos, tecnología y racismo



Días extraños, película de culto de ambientación ciberpunk estrenada en 1995 y dirigida por Kathry Bigelow, refleja cómo la tecnología puede llegar a suplir ciertas carencias o necesidades. En una ciudad distópica de Los Ángeles de finales del siglo XX hiperviolenta y caótica. Lenny Nero, el protagonista, es un expolicía que ahora trafica vendiendo videos que contienen experiencias virtuales, de manera que las personas pueden vivir sensaciones y situaciones que no han tenido a través de recuerdos o vivencias de otras personas. Sin embargo, él mismo es adicto a esa realidad virtual, ya que sigue colgado de su expareja y no deja de ver videos del pasado junto a ella. En ese contexto, se ve inmerso en una trama un tanto paranoica que le llevará a cuestionarse a sí mismo.

Son varios los aspectos que llaman la atención en la actualidad y que, sin duda, han influenciado a otras películas y videojuegos: una historia profunda que incorpora distintos matices, un ritmo intrépido, grandes dosis de acción implementadas con la incursión de la cámara en primera persona o el punto de vista subjetivo de las grabaciones digitales (similar a las neurodanzas de Cyberpunk 2077), además de una sociedad hiperviolenta a punto de estallar en una guerra.

Días extraños contiene también un tema secundario que bien podría ser el gran tema del filme, de no ser por el peso de la trama del propio Nero. En esa sociedad fragmentada, la policía ha asesinado a sangre fría y sin justificación, al famoso rapero Jericho, quien promulga, cual Malcom X, la igualdad y el fin de la opresión de la comunidad negra. Este dato va cobrando cada vez más importancia a lo largo de la historia, hasta cruzarse con la propia trama de Nero, a quien llega una cinta con la grabación del asesinato de Jericho. Él, que intenta resolver su propio laberinto y recuperar a su amor perdido, tiene que decidir entre usar esa cinta para su propio objetivo, pero perdiendo la oportunidad de que el resto de la sociedad conozca la verdad sobre la muerte de Jericho, o sacrificar su búsqueda en beneficio de un fin más político y social. De manera que la película, que comienza (y acaba) inmersa en una historia íntima, va ampliando sus capas y alcanza una lectura más política, que además está muy de actualidad 25 años después.

En el siguiente fragmento se aprecia la importancia de los recuerdos, de los momentos vividos y la dificultad para aceptar que ya no podemos volver a ellos.

(Días extraños -Strange Days-, dirigida por Kathryn Bigelow, EEUU, 1995).



lunes, 7 de diciembre de 2020

Derek Walcott: un poema



 Para Norline

Esta playa permanecerá vacía

para nuevos amaneceres color pizarra,

de líneas que las olas continuamente

borran con su esponja,


y alguna otra persona vendrá

de la casa aún dormida,

un tazón de café calentándole las manos

como en otro tiempo mi cuerpo acogió el tuyo,


para memorizar este paisaje

de una golondrina sorbedora de sal,

como cuando se ama una línea en

una página, y se hace difícil pasarla.


(Derek Walcott, El testamento de Arkansas. 1994, Visor. Traducción de Antonio Resines y Herninia Bevia).

domingo, 22 de noviembre de 2020

La poesía según Abel Martín



La filosofía, vista desde la razón ingenua, es, como decía Hegel, el mundo al revés. La poesía, en cambio -añadía mi maestro Abel Martín- es el reverso de la filosofía, el mundo visto, al fin, del derecho [...] “Para ver del derecho hay que haber visto antes del revés”. O viceversa.

(Antonio Machado, Juan de Mairena, Alianza, 1986).

jueves, 12 de noviembre de 2020

Vernon Subutex





Vernon Subutex


Vernon es un hombre de casi cincuenta años que acaba de ser desahuciado. Fue dueño de la tienda de discos Revólver en París, bastión del rock y el espíritu noventero, que organizaba conciertos y encuentros con bandas, hasta que tuvo que cerrar con el cambio de siglo. Pero ahora, sin trabajo ni sitio en la sociedad, no tiene dónde ir.


Vernon Subutex podría tener una trama muy simple: un hombre de edad madura es desahuciado y pulula por la ciudad buscando cobijo en casas de amigos de su juventud, retrasando el momento de decidir qué hacer con su vida. Pero no solo es eso. Porque hay un retrato generacional y contiene un poso sociológico que nos hace pensar en la sociedad que vivimos. De manera que la serie muestra la deriva de un hombre que no encuentra su lugar en este mundo perverso y superficial, donde todo lo mueve el dinero. Pero tampoco es solo eso.


¿Qué puede hacer una persona de cierta edad que ha estado media vida trabajando en un campo específico que en la actualidad ya no tiene importancia? Algo así le sucede a Vernon. Sin otras cualificaciones profesionales (y tal vez sin otros intereses por su parte), el protagonista se ve inmerso en una deriva hacia un vacío inevitable. No solo su tienda está cerrada, sino que el modo de vida que tuvo y todo lo que ello encarna, choca con la época hiperconsumista de la actualidad, donde hasta las relaciones sociales han mutado en relaciones virtuales. Donde antes había reuniones y quedadas, ahora hay chats y amigos de Facebook. Donde antes había experiencias compartidas, ahora hay visitas a los perfiles y visionado de fotos. Vernon visita a sus viejos amigos para poder dormir en sus sofás y si se tercia, tener algo de sexo con sus amigas de juventud. Pero lo curioso, es que, aunque todos tienen trabajos y algunos son padres o madres, no parecen ser mucho más felices que él. 


De alguna manera, Vernon encarna la generación analógica a la que le ha costado adaptarse a la revolución digital. ¿Quién compra hoy en día CDs y vinilos comparado con hace veinte o treinta años? Ahora todos usamos Spotify o Apple Music. La misma idea de “álbum” está cambiando hacia la playlist. Esta evolución ha ido más allá, pues ha modificado el ocio y el consumo de cultura. En Madrid, hace ya quince años, cerró la tienda de CDs y vinilos Madrid Rock y dio paso a la especulación inmobiliaria. Donde antes había tiendas de música y cines en la Gran Vía madrileña, ahora hay cadenas de ropa y comida rápida. Sin embargo, Vernon también encarna a una generación que no es feliz, que está cansada, y a la que le cuesta encontrar su sitio en la sociedad. Hay cierta sensación de libertad impostada y de autoexplotación, donde la víctima es a la vez verdugo.


Según el filósofo Byung-Chul Han “la economía de la eficiencia y de la aceleración conducen a la desaparición”. En esta sociedad narcisita, como sostiene el coreano, no vemos al “otro”. Todo está al servicio del consumo. Ya no existe el “Eros”, ahora todo es “porno”. Ahora todo es "mera vida expuesta". Y Vernon no cabe en esa fórmula.


La miniserie está basada en la trilogía de ficción que lleva el mismo título escrito por Virginie Despentes, autora también del importante ensayo sobre feminismo y género Teoría King Kong. Sin embargo, conviene señalar que hay cambios importantes, pues la propia Despentes -que al principio comenzó a trabajar con la directora Cathy Vernay-, acabó abandonando la producción arguyendo desavenencias en la adaptación de su novela.


En el fondo, la serie tiene sus temas y subtemas (con sus tramas conectadas), dando cabida al thriller y el humor. Dentro del espectro sociológico y de la nómina (atractiva) de personajes secundarios, sobresale la figura del propio Vernon y la excelente actuación del actor Romain Duris.


Si además, añadimos a este cocktail explosivo una banda sonora potente (Janis Joplin, Sonic Youth, Suicide, Ramones, Mudhoney, Sleaford Mods, Jesus and Mary Chain, New Order, Moderat…) obtendremos una experiencia heterogénea y nostálgica de una época que se fue para no volver.



(Vernon Subutex, dirigida por Cathy Vernay. 1 temporada. 9 episodios. Ver en Filmin).






miércoles, 4 de noviembre de 2020

Anne Carson: La belleza del marido



VII PERO PARA HONRAR LA VERDAD QUE ES LLANA DIVINA Y VIVE ENTRE LOS DIOSES DEBEMOS (CON PLATÓN) INVITAR A BAILAR A LA MENTIRA QUE VIVE ALLÍ ABAJO ENTRE LA MASA DE LOS SERES HUMANOS TRÁGICOS Y TOSCOS


Todo mito es un laborioso dibujo repetido,

una proposición de doble filo,

que permite a quien lo use decir una cosa y querer decir otra, llevar una doble vida.

De ahí la noción que aparece muy pronto en el pensamiento antiguo de que todos los [poetas mienten.

Y de las verdaderas mentiras de la poesía

fue destilándose una pregunta.


¿Qué es lo que en realidad conecta las palabras con las cosas?


No mucho, decidió mi marido,

y siguió usando en lenguaje

como dice Homero que hacen los dioses.

Los dioses conocen todas las palabras humanas pero tienen para ellos sentidos totalmente diferentes

de los sentidos que tienen para nosotros.

Pulsan el interruptor a su antojo.


Mi marido mentía acerca de todo.


Dinero, reuniones, amantes,

el lugar de nacimiento de sus padres,

la tienda donde compraba las camisas, la ortografía de su apellido.

Mentía cuando no era necesario.

Mentía cuando ni siquiera era conveniente.

Mentía cuando sabía que sabían que estaba mintiendo.


Mentía cuando mentir rompía sus corazones.


Mi corazón. El corazón de ella. A veces me pregunto qué pasó con con ella.


La primera.


Hay algo filo nuevo y ardiente en la primera infidelidad conyugal.


Taxis para arriba y para abajo.


Lágrimas.


Grietas en la pared que recibe el golpe.


Luces encendidas hasta altas horas de la noche.


No puedo vivir sin ella.


Ella, la palabra que estalla.


Luces todavía encendidas de mañana.


(Anne Carson, La belleza del marido. Un ensayo narrativo en 29 tangos. Lumen, 2003. Traducción de Ana Becciu).


*



TANGO VII. BUT TO HONOR TRUTH WHICH IS SMOOTH DIVINE AND LIVES AMONG THE GODS WE MUST TRUST (WITH PLATO) DANCE LYING WHICH LIVES DOWN BELOW AMID THE MASS OF MEN BOTH TRAGIC AND ROUGH

All myth is an enriched pattern,

a two-faced proposition,

allowing its operator to say one thing and mean another, to lead a double life.

Hence the notion found early in ancient thought that all poets are liars.

And from the true lies of poetry

trickled out a question.


What really connects words and things?


Not much, decided my husband

and proceeded to use language

in the way that Homer says the gods do.

All human words are known to the gods but have for them entirely other meanings

alongside our meanings.

Gods flip the switch at will.


My husband lied about everything.


Money, meetings, mistresses,

the birthplace of his parents,

the store where he bought shirts, the spelling of his own name.

He lied when it was not necessary to lie.

He lied when it wasn’t even convenient.

He lied when he knew they knew he was lying.


He lied when it broke their hearts.


My heart. Her heart. I often wonder what happened to her.


The first one.


There is something pure-edged and burning about the first infidelity in a marriage.

Taxis back and forth.

Tears.

Cracks in the wall where it gets hit.

Lights on late at night.

I cannot live without here.

Her this word that explodes.

Lights still on in the morning.

domingo, 25 de octubre de 2020

martes, 13 de octubre de 2020

Franz Kafka: el forastero




 “Usted no es del castillo, usted no es del pueblo, usted no es nada. Por desgracia usted sí es algo, un forastero, alguien que está de más aquí, que estorba allá donde va”.

(Franz Kafka, El castillo. Cátedra, 1998. Traducción de Luis Acosta).

(Dibujo de Australia Lattke Valencia).


miércoles, 7 de octubre de 2020

Burroughs



GINSBERG: ¿Y qué hay de Bill Burroughs? Yo creo que quedaría genial en la película.

DYLAN: Pero ¿qué sabe hacer?

GINSBERG: Ser él mismo, simplemente.

(Sam Shepard, Rolling Thunder. Con Bob Dylan en la carretera. Anagrama, 2006. Traducción de Fernando González Corugedo).

jueves, 17 de septiembre de 2020

La Mano de la Buena Fortuna, de Goran Petrović


La Mano de la Buena Fortuna, de Goran Petrović (Traducción de Dubravka Sužnjević, Sexto Piso, 2020).


Feliz noticia esta reedición de La mano de la buena fortuna (esta reseña corresponde a la primera edición publicada en 2006). 


Si ya antes Sexto Piso publicó en España a otro escritor serbio, el gran Milorad Pavić, ahora le toca el turno a este alumno aventajado del autor de Diccionario jázaro. Siempre se agradece la difusión de este tipo de autores, ante la escasa atención de literaturas provenientes de Europa del Este. Pero algo debe de tener el país serbio cuando leemos a autores de la talla de Milorad Pavić, Goran Petrović o Vladimir Velikić –y sin nombrar al gran Danilo Kiš, autor reconocido internacionalmente-.


Vayamos ahora a esta La Mano de la Buena Fortuna. El libro Mi legado de Anastas S. Branica es el punto de partida que une todas las historias de esta novela de novelas. Adam Lozanić es un joven filólogo belgradense que tiene por encargo la misión de corregir la novela de un tal Anastas S. Branica, un autor desaparecido cuya obra apenas es conocida, debido a su alto grado de experimentación, pues se trata de una obra descriptiva y sin personajes. El joven Lozanić no tarda en verse inmerso en la propia novela, en la que sin embargo, aparecen varios personajes como el propio Lozanić, Anastas Branica, su amada Natalia Dimitrijević, la joven Jelena, Madame Didier, Sreten, lectores de esa misma novela, protagonizando un conglomerado de historias cruzadas –algunas hermosísimas- que son un trozo de la historia del siglo XX.


Se trata de muchas novelas dentro de una misma novela, porque incluso hay cabida a elementos políticos e históricos –como esa dificilísima historia que ha marcado y sigue marcando el destino de los Balcanes y de Europa-. Pero no olvidemos que la realidad histórica, que importante, no es más que el contexto donde se mueven el curioso Adan Lozanic y el aburrido y sensible Anastas Branica. Es tal vez por ello que, ante la fría e insípida realidad cotidiana, Anastas Branica escribe su codiciado libro.


Escrita con un lenguaje fluido y vivaz, si la traductora Dubravka Sužnjević hace justicia al original, podríamos decir que se trata de una joya lingüística, pues el propio Petrović ha reconocido su pasión por el léxico y las palabras en desuso en contra del actual empobrecimiento (¿globalización?) del lenguaje. Tal vez por ello la traductora ha advertido de la dificultad de traducir una obra de este calibre.


Encontraremos algunos pasajes brillantes, que son un verdadero canto a la poesía, como los inolvidables 23 y 25, donde Anastas Branica entra en contacto por primera vez con la literatura y realiza su primer viaje al mar, así como el divertido pasaje en que su protectora madre, que rehúsa tener relaciones sexuales con su marido, prefiere soltarse el pelo con la lectura de un libro. Momentos en que la literatura puede suplir la vida, porque de eso trata La Mano de la Buena Fortuna; de la frontera entre la literatura y la vida cotidiana, de la fuerza de la literatura y de los libros, de la realidad, del pasado, futuro y presente. De todo a la vez.


Petrović tiene la destreza de saber contar además de saber jugar con el lector, dejando vías abiertas. Anastas Branica es una especie de Don Quijote, un ser complejo, medio loco y muy sensible, para quien la realidad literaria supera la pura realidad cotidiana y por medio de esas lecturas simultáneas conoce a Natalia, la mujer de quien se enamora y por quien escribirá Mi legado, una novela de amor en la que no hay personajes, si bien ellos dos podrán encontrarse en ella, huyendo de la realidad, superándola. La realidad se multiplica, siempre urdida por la lectura del personaje Adam Lozanić, pero también por la de los propios personajes que entran y salen a su antojo, sin olvidar a los propios lectores, o sea, nosotros.


Petrović demuestra ser un claro heredero de esa línea que va desde Cervantes a Perec, pasando por Borges o Calvino. ¿Qué ocurriría si este libro lo hubiese escrito un argentino o un italiano? No sé qué calado tendrá en la crítica española, pero de momento no parece que se le preste mucha atención. ¿Prejuicios?, ¿falta de curiosidad? Al menos en México, donde se han editado varias de sus codiciadas obras, parece que Petrović tiene una importante serie de lectores y admiradores. Sigamos su ejemplo.


(Reseña publicada originariamente en 2006 en www.deriva.org y retocada ligeramente). 

miércoles, 9 de septiembre de 2020

LiteraturaLab: talleres de escritura creativa



Nace un nuevo proyecto en el que estoy involucrado: LiteraturaLab, una escuela de escritura creativa on line centrada en la experiencia personalizada del alumno/a, con profesores de más de diez años de experiencia. De momento cuenta con tres talleres que comienzan próximamente:

  • Taller de Poesía contemporánea
  • Taller de Cuento contemporáneo
  • Curso de escritura creativa (anual)

Quien quiera mejorar o iniciarse en la escritura literaria, esta es una buena oportunidad para aprender desde casa. Para más información: aquí.



domingo, 6 de septiembre de 2020

Esther Ramón: Reses

 


En la cantera cedió una de las cuerdas. Buscan el cuerpo. Los animales descargados buscan sus marcas.

 

Amordazan a las mulas para que sostengan más peso.

 

Un complicado sistema de cuerdas divide el paisaje.

Un puñado de hombres guía al entramado de bestias.

 

Trabajan con herramientas nuevas. Aparecieron el primer día, en grandes cestas, se acostumbraron a manejarlas. La montaña se deshace en bloques mas uniformados hasta que ocupan su forma.

 

Mulas que van y vienen por los carriles: cargadas, vacías, cargadas. Lentitud de intoxicados.

 

Si caen, inyectan voces en los muslos. O uno de los hombres retrocede.

 

El polvo se impregna de sudor. Humedad de las piedras.

 

La base es ovalada. Las apilan encima: viejas tomadas de los hombros que sonríen a la vez y quedan rígidas.

 

Tienden el cuerpo sobre la sábana. Muros de frío para el frío.

 

Desde abajo, desde uno de los flancos. Crece, se divisa desde el promontorio, desde la tierra removida, desde los ojos de los pájaros.

 

Si se tocara los dedos los hallaría cubiertos de anillos.

La sombra invita al sueño. A su alrededor el lecho se agranda y endurece.

 

Un animal despeñado. Otros dos se reparten el peso.

 

El túmulo ya corta el viento. Acarrean las últimas piedras, les quitan a las mulas sus mordazas. Acarician lomos temblorosos. Las conducen adentro, y cierran.

 

Anochece en la casa abandonada. Faros de paso. Cortinas de encaje proyectan sombras de animales.

 

 

 

 

En la maceta

pinto

un enrejado

de ramas negras

y un cuervo

Hundo semillas

con los mismos

dedos

 

(Esther Ramón, Reses. Ediciones Trea, 2008).

 

 

 

martes, 18 de agosto de 2020

Charles Bukowski: La senda del perdedor


La primera cosa que recuerdo es estar debajo de algo. Era una mesa, veía la pata de una mesa, veía las piernas de la gente, y una parte del mantel colgando. Estaba oscuro allí debajo, me gustaba estar ahí. Debió de haber sido en Alemania, yo debía de tener uno o dos años de edad. Era en 1922. Me sentía bien bajo la mesa. Nadie parecía darse cuenta de que yo estaba allí. La luz del sol se reflejaba en la alfombra y en las piernas de la gente. Me gustaba la luz del sol. Las piernas de la gente no eran interesantes, no eran como el trozo de mantel que colgaba, ni como la pata de la mesa, ni como la luz del sol.

Luego no hay nada..., luego un árbol de Navidad. Velas. Adornos de aves: aves con pequeños racimos de frutas en sus picos. Una estrella. Dos personas mayores peleándose, gritando. Gente comiendo, siempre gente comiendo. Yo también. Mi cuchara estaba doblada de tal forma que si quería comer, tenía que cogerla con mi mano derecha. Si la cogía con la izquierda, se apartaba de mi boca. Yo quería cogerla con la izquierda.

(Fragmento de La senda del perdedor, de Charles Bukowski. Anagrama, 2006. Traducción de Jorge Berlanga y Ernesto Giménez-Caballero).

lunes, 10 de agosto de 2020

Beastie Boys Story


El documental Beastie Boys Story muestra un resumen de la historia del influyente grupo de rap, rock, punk, funk y música experimental, rindiendo homenaje al malogrado MCA, fallecido en 2012 y rememorando algunos momentos más destacados del grupo. Dirigido por Spike Jonze (autor de la película distópica Her y de decenas de videoclips de grupos como los propios Beastie Boys, R.E.M., Bjork, Sonic Youth o Daft Punk), el film básicamente alterna a Mike D y Ad Rock en un teatro contando a los espectadores sus peripecias desde que eran unos adolescentes, allá por los años 80, con videos, archivos e imágenes inéditas que sirven para evidenciar una de las carreras musicales más relevantes de las últimas décadas. 

 

Tanto Ad Rock como Mike D tienen la suficiente simpatía y humor como para contar sus anécdotas con gracia, y unido al buen hacer de Jonze en la narración y el montaje, la película se hace amena, si bien se echa de menos hacia el final del metraje mayor profundidad en su carrera, tal vez porque para los dos integrantes vivos del grupo, la muerte de MCA supuso un duro final y no se concibe a los Beastie Boys sin él.

 

Tal vez no sea el documental más sorprendente ni definitivo que uno podría esperar de semejante banda, pero contiene suficientes dosis de humor, frescura y documentación como para satisfacer a fans y curiosos que quieran acercarse a este monstruo de tres cabezas.

 

(Beastie Boys Story, dirigida por Spike Jonze. EEUU, 2020, Apple +).





miércoles, 5 de agosto de 2020

"Witold Gombrowicz: el Diario y la fusión de géneros"




En verano de 2019 se organizó en Buenos Aires el II Congreso Internacional Witold Gombrowicz, al que fui invitado. En relación al Congreso, hace tan solo unas semanas, se ha publicado Basta ya de obras inocentes, un libro colectivo con artículos de distintos especialistas e investigadores de su obra. Yo participo con uno: "Witold Gombrowicz: el Diario y la fusión de géneros". Añado el enlace del libro en PDF alojado en la web del Congreso Witold Gombrowicz: aquí.

lunes, 13 de julio de 2020

Charles Olsen: "Fragmento de un sueño"


Fragmento de un sueño

 

Me encuentro con una mujer Maori.

Ella es muy grande

y tiene un corazón igual de grande

y la cara redonda

y ve que estoy triste en mi interior

y me da un abrazo

muy grande

como su corazón

y nos separan

y nos miran

y siento mis ojos húmedos

y su ojo se convierte en un arroyo

que crece y crece

hasta que de pronto cae

como una cascada

sobre su mejilla.

 

 

(Charles Olsen, Sr Citizen, Amargord, 2011).

miércoles, 8 de julio de 2020

Where Cards Fall: puzles y poesía



Llama la atención la escasa relevancia que ha tenido en España Where Cards Fall, uno de los primeros títulos exclusivos de Apple Arcade (la plataforma de videojuegos de Apple, que comenzó en septiembre de 2019), porque realmente se trata de un excelente juego.

Desarrollado por The Game Band y Snowman (creadores del exquisito Alto’s Odyssey y del reciente y muy notable Skate City, también de Apple Arcade), Where Cards Fall es un videojuego de puzles, pero debido a su narratividad y lo sugestiva que resulta su experiencia, se trata de una propuesta introspectiva y profunda, que puede llegar a emocionar además de entretener.

El objetivo es simple: hacer puzles basados en las cartas de naipes, moviendo los mazos, para abrirlos en función de formas y tamaños de edificios o plataformas, permitiendo al protagonista subir a edificios y seguir su camino al siguiente nivel. El hecho de tener que deshacer o armar los mazos de cartas, implica pellizcar la pantalla con dos dedos y arrastrar las barajas por la pantalla del iPhone o el iPad, algo que me ha parecido un acierto, pues asimila como pocos juegos la interactuación entre el jugador y el dispositivo y lo acerca a una experiencia más física de lo normal (no así si se juega con un ordenador).

Como muchos juegos independientes, no hay diálogos, aunque hay algo similar que solo la imaginación del jugador podrá entender. Me explico: una vez que resolvemos el puzle de cada nivel, pasamos a una o dos escenas con bellas cinemáticas donde vemos al protagonista interactuar con otros personajes y en escenarios que no conocemos. A veces hablan y oímos unos fonemas incomprensibles, pero cada jugador podrá hacerse una idea de lo que ocurre. Este es uno de los aspectos más llamativos y a la vez innovadores del juego, aunque no a todo el mundo le gustará. A mí me ha parecido un acierto. 

La mezcla de narratividad llena de elipsis con los retos de los puzles supone una propuesta provocadora y potente como pocas, pues cada jugador tendrá que unir las conexiones que pueda haber y seguir armando la historia en su cabeza. A veces vemos en una cinemática al protagonista trabajando de repartidor de pizzas y en el siguiente puzle va vestido de la misma manera. El caso es que hay tantas escenas que es fácil perderse, porque no todas las conexiones son tan evidentes y la narratividad bascula entre la imaginación y la realidad. Quedará siempre la posibilidad de que el jugador/lector termine de construir la historia y unir esas "puertas" que hay en cada escena.

Por otro lado, es uno de los juegos más estilizados de Apple Arcade, con un diseño minimalista y elegante (que por cierto, recuerda un poco al autor de cómics Chris Ware). Personalmente, encuentro que tanto el empleo de colores, como el modelado de los personajes, edificios y objetos, junto a los escenarios, tienen un gran atractivo visual. Es de esos juegos que destilan encanto y que dan ganas de hacerle una captura de pantalla y guardarla para el fondo del móvil o del ordenador.

No obstante, Where Cards Fall es, además, un entretenido y provocador juego de puzles. Hay unos cincuenta escenarios/niveles que van aumentando paulatinamente de dificultad. El hecho de tener que buscar las maneras para hacer llegar al protagonista a su destino es en algunos casos divertido y en otros puede llegar a desesperar, eso dependerá de la destreza de los jugadores, pero lo que está claro es que está todo muy pulido. Además, las mecánicas están bien ejecutadas y ese minimalismo que decíamos le sienta de perlas a la jugabilidad.

Cuenta el creador del juego, Sam Rosenthal, que la idea de Where Cards Fall le vino escuchando la canción de Radiohead “House Of Cards”. La vida está llena de momentos inolvidables, que, sin embargo, pueden derrumbarse como un castillo de naipes. A veces tenemos que construir plataformas para seguir avanzando. Las cartas, juegan un papel metafórico y ese es uno de los grandes aciertos que tiene este bello título. Where Cards Fall nos traslada a experiencias sensoriales y emocionales que no todo el mundo está dispuesto a tener y menos, a encontrar en un videojuego. Al final, además de reflexionar sobre la vida del personaje, también lo hacemos sobre la nuestra propia. El juego tiene poesía y no podemos sino felicitar a los creadores porque se trata de una experiencia única.

(Where Cards Fall,  The Game Band, Snowman, 2019. Apple Arcade).

lunes, 29 de junio de 2020

El núcleo del sol, de Johanna Sinisalo


El Sótano es el lugar en el que vive la negación de mi hermana envuelta en un remolino de tinta, alquitrán, carbón, hollín y el aroma agobiante de la tierra.


*


La primera vez que vi el Sótano fue después de la muerte de Aulikki. Era como si, en mi interior, un pequeño sol se hubiese convertido en un agujero negro, derretido la materia gris de mi cabeza y formado hacia una estancia el algún lugar al otro lado.


*


Me gustaría ser capaz de controlar mi inteligencia, mi ingenio, y descubrir lo que le ocurrió a Manna. O conseguir algo de droga. Pero vivo en una caja de cristal.


Las paredes de la caja son transparentes y me da la impresión de que el mundo está al alcance de mi mano, de que casi puedo tocarlo.




(El núcleo del sol, de Johanna Sinisalo. Roca Libros, 2019).

miércoles, 27 de mayo de 2020

Jorge Guillén: "Los jardines"


Los jardines


Tiempo en profundidad: está en jardines.
Mira cómo se posa. Ya se ahonda.
Ya es tuyo su interior. ¡Qué traspariencia
De muchas tardes, para siempre juntas!
Sí, tu niñez, ya fábula de fuentes.

(Jorge Guillén, Cántico).