miércoles, 23 de abril de 2014

La noche de Lou Reed


Hoy miércoles 23 de abril participaré en el homenaje a Lou Reed dentro del Programa de La Noche de los Libros junto a Julio Mas Alcaraz y Óscar Curieses a las 22:30h en La Escalera de Jacob. Habrá lectura de letras de canciones de Lou Reed y una sesión de música de The Velvet Underground y Lou Reed a cargo de DJ Montag y DJ Pedro Páramo.

Miércoles 23 de abril de 2014 a las 22:30h.
La Escalera de Jacob (Lavapiés 9, Madrid).

sábado, 19 de abril de 2014

Notas de Eric Rohmer I

Se nos machaca constantemente con que el cine es un arte aunque se base sobre un modo mecánico de reproducción. Yo afirmaría todo lo contrario. El poder de reproducir exactamente, ingenuamente, es el mejor privilegio del cine. Pero, entonces, se dirá: ¿cómo intervendrá el creador, dónde se hallará su libertad? En todas partes, y será la más amplia de todas. Lo que un cineasta digno del tal nombre debe hacernos partícipe no es de su admiración por los museos, sino de la fascinación que ejercen sobre él las propias cosas.

*

Ciertamente, como obra de arte, el filme es una interpretación del mundo. Pero, entre todas las artes, el cine, y esta es la paradoja, es aquel en el que la cosa filmada tiene la mayor importancia, la “interpretación” desaparece incluso. Este es el milagro de los primeros films de Lumière. Su impresión es que nos hacen ver el mundo con ojos diferentes y admirar, como dijo Pascal, cosas que no sabíamos admirar en el original: personas que caminan por la calle, niños que juegan, trenes que andan. Nada más banal.



(Eric Rohmer, edición de Carlos F. Heredero y Antonio Santamarina, Cátedra, Madrid, 1991).

jueves, 10 de abril de 2014

Kurt Cobain: un poema


El 5 de abril se cumplió el 20 aniversario de la muerte de Kurt Cobain, y yo tuve la suerte de hacerle un pequeño homenaje colaborando con la revista Obituario y su (gran) número dedicado al líder de Nirvana. Este es el poema que surgió para la revista:

In Utero


Me gusta escribir canciones cuando el amanecer es una manada de lobos.

Me subo a los tejados de las casas de mis vecinos y me pincho las venas, como un Piscis cuando está débil.

Anoche buceé en el Lago Washington y vi peces llenos de colores extraños.

Ahora me siento encerrado en una caja de cerillas, diminuta y fea.

Hoy he sacado las pistolas y he jugado a la ruleta rusa.

Me quito el drenaje, escupo la rabia adolescente y me miro en un espejo agrietado.

Odio las meadas territoriales y los abogados con corbata.

Dicen que escribo canciones provistas de árida belleza, y que soy frágil y enfermizo.

Pero lo único que quiero es subir al ático que me espera desde mi infancia y mirar los atardeceres sobre mis soles.

Y coger mi guitarra y hacer un poco de ruido, como águilas distorsionadas comiéndose mis entrañas, como buitres devorando el hígado a Prometeo.

No sé a dónde voy. Tal vez al útero.

Mientras tanto, en la habitación contigua, permanece un televisor encendido.