lunes, 16 de diciembre de 2013

Albert Camus: el absurdo de Sísifo


El hombre se siente un extranjero. Este exilio no tiene remedio, ya que está privado de recuerdos de una patria perdida o de la esperanza de una tierra prometida. Este divorcio entre el hombre y su vida, el actor y su decorado, es precisamente el sentimiento del absurdo.

*

Una sola cosa: esta espesura y esta extrañeza del mundo, es el absurdo.

*

Este malestar ante la inhumanidad misma del hombre, esta incalculable caída ante la imagen de lo que somos, esta "náusea", como la llama un autor de nuestros días, es también el absurdo. Asimismo, el extranjero que viene en pocos segundos a nuestro encuentro en el espejo, el hermano familiar y sin embargo inquietante que volvemos a encontrar en nuestras propias fotografías, es también el absurdo.

*



(Albert Camus, Le mythe de Sisyphe, Folio, Edición de 2004. Traducción de C. H.)

lunes, 9 de diciembre de 2013

We Are Wolves: rock con aullidos de lobo

Uno de los grupos de pop-rock que más me han sorprendido últimamente son los canadienses We Are Wolves. Tras cuatro álbumes de estudio (Non-Stop Je Te Plie en Deux, Total Magique, Invisible Violence y La Mort Pop Club), son ya una importante banda de rock que combina ramalazos poperos con garra punk, sensibilidades new wave y hasta electro-dance. En esa mezcla está su atractivo, si bien no pueden disimular su corazón rockero con esos riffs de guitarra tan frescos y sensuales que ya son una marca de la casa. Cuelgo dos vídeos.

Link de la banda: http://www.wearewolves.net/


jueves, 28 de noviembre de 2013

TRIPtico: un poema


TRIPtico


1. El hombre es un lobo para el hombre (Thomas Hobbes).


2. El lobo es un hombre para el lobo (Carlos Edmundo de Ory).


3. El hombre es un hombre para el hombre. (Carlos Huerga).

jueves, 21 de noviembre de 2013

Milan Kundera: La novela y los medios de comunicación



La novela (como toda la cultura) se encuentra cada vez más en manos de los medios de comunicación; estos, en tanto que agentes de la unificación de la historia planetaria, amplían y canalizan el proceso de producción; distribuyen en el mundo entero las mismas simplificaciones y clichés que pueden ser aceptados por la mayoría, por todos, por la humanidad entera.

*

Basta con hojear los periódicos políticos norteamericanos o europeos, tanto los de la izquierda como los de la derecha, del Time al Spiegel todos tienen la misma visión de la vida que se refleja en el mismo orden según el cual se compone su sumario, en las mismas secciones, las mismas formas periodísticas, en el mismo vocabulario y el mismo estilo, en los mismos gustos artísticos y en la misma jerarquía de lo que consideran importante y lo que juzgan insignificante. Este espíritu común de los medios de comunicación disimulado tras su diversidad política, es el espíritu de nuestro tiempo. Este espíritu me parece contrario al espíritu de la novela.

(Milan Kundera, El arte de la novela, Tusquets, 1987. Traducción de Fernando de Valenzuela y María Victoria Villaverde).

jueves, 14 de noviembre de 2013

Eamon Mcgrath: corazón folk y sangre punk



Hace dos semanas, tuve la suerte de ver (y conocer) en directo a Eamon Mcgrath, un cantautor canadiense que me sorprendió por su fuerza así como por su sensibilidad. En directo, bastó con su sola presencia, acompañado, eso sí, de su guitarra acústica y de su harmónica, para crear una atmósfera íntima y llena de intensidad. Desde el folk hasta el postpunk, Eamon Mcgrath, de tan solo 23 años, tiene varios álbumes publicados: 13 Songs of Whiskey and Light (2009), Peace Maker (2010) y Young Canadians (2012), además de varios ep's. Asimismo, ha tocado junto a Julie Doiron y Daniel Johnston.

Parece ser que en primavera volverá a España. Habrá que estar atentos. Añado su web para quien quiera estar informado: http://eamonmcgrath.ca/


eo2

jueves, 7 de noviembre de 2013

Antonia Gamoneda en la Casa del Lector


Los días 7 y 8 de noviembre la Casa del Lector de Madrid dedica un taller de traducción a Antonio Gamoneda, titulado “Antonio Gamoneda y sus traductores”, coordinado por el poeta y traductor Rafael-José Díaz. El viernes 8 a las 19:30h habrá una lectura pública del autor de Descripción de la mentira, en la que intervendrán, además del propio Gamoneda, Jean-Yves Bériou, Manfred Bös, João Moita, Khalid Raissouni y Bart Vonck.

Más información aquí.

martes, 5 de noviembre de 2013

Código desconocido, de Michael Haneke: la narración incómoda


El comienzo de Código desconocido podría ser un corto, pues lo que se cuenta es más que suficiente para comprender cómo funciona la sociedad. La acción transcurre en París: un chaval de unos 16 años arroja -con un gesto de desprecio- el envoltorio de un bollo a una mujer que mendiga sentada en una esquina, y un joven de unos 25 o 30 años se acerca corriendo al adolescente y le increpa ante lo que acaba de suceder. El chaval intenta resarcirse y se va, pero el joven (que es negro), insiste en que le pida perdón a la mujer. Como se monta un gran revuelo, aparece la policía y pide los papeles a cada individuo. Los agentes no parecen interesarse por lo que ha ocurrido, tan solo se limitan a exigir los papeles con ademán de superioridad, tanto a la mujer que mendiga (que después descubriremos que es rumana) como al joven negro (que después descubriremos que es de origen senegalés). Ambos son forzados a ir a la comisaría, mientras el chico blanco, francés, de “buena” familia, es olvidado por la policía.

Sin embargo, lo potente de este filme no es la historia, que también, sino más bien su narración. La violencia de Haneke se muestra de manera sutil por medio de distintos comportamientos humanos, pero también se construye desde el lenguaje, experimentando con un discurso irregular, fragmentado, abrupto. Y ese es el mayor interés de Código desconocido, por encima de la historia. Los planos secuencia son una constante en esta película; algunos de ellos son elegantes, además de efectivos, por lo que significan, por lo que sugieren. Estamos demasiado “entrenados” al plano-contraplano y no tanto a la profundidad de campo, a lo que el espacio puede denotar. Y algunos de esos planos secuencia resultan incómodos, nos hacen movernos en la butaca (o el sofá), plantearnos dudas. Llama la atención los cortes bruscos que en muchos casos parecen fallos, dejando al espectador molesto, desacostumbrado a este tipo de sintaxis (aparentemente) rota. De hecho, la violencia moral y ética de la que habla el filme de Haneke es no solo coherente con su discurso, sino que sirve el uno de espejo del otro.

La interrupción y la interferencia forman parte de la narración, así como la incorporación de otras formas  visuales (como la fotografía o el vídeo) y aquí su efecto es punzante, a la vez que sugerente. Evidentemente, Haneke quiere “remover” al espectador. Recordemos que ya Bertold Brecht proponía en sus obras un distanciamiento que propiciara la reflexión, la visión crítica. Ese extrañamiento conlleva una reacción frente a la catarsis. Y en Código desconocido el lenguaje constituye una realidad propia, una manera de narrar que es la clave de lo que se cuenta. En cine, hace ya varias décadas que Godard lo viene desarrollando.

Hay una escena hacia el final de la película en la que un chaval de origen magrebí acosa a Anne (encarnada por Juliette Binoche) en un vagón de metro y esta, sensiblemente molesta, se esfuerza por no mostrar su irritación, no tanto por miedo como por (in)comodidad. Esa (in)comodidad burguesa, blanca y europea, es la que denuncia el director austriaco en planos secuencia como este. Haneke sabe seguramente que el espectador medio no está acostumbrado a salirse del camino. Hay muchos ejemplos en Código desconocido acerca de la sintaxis alterada, del discurso fragmentado (que por momentos, puede resultar desigual sobre todo en la profundidad y desarrollo de la historia de Anne en detrimento de la historia de la mujer rumana) pero en todo caso la propuesta resulta fascinante, atrevida, mordaz. Decía Godard que: “Incluso cuando usted habla a una mujer de la que está enamorado, o ella le habla a usted, eso es ideología” (Jean-Luc Godard. Pensar entre imágenes, Intermedio, 2010). Y esta frase del pensador y cineasta franco-suizo es muy aplicable a esta escena, a muchas otras donde se dice mucho sin decir, se sugiere sin mostrarlo todo. En esto, Haneke es un poeta.



Comentario aparte es el “sentido” del filme. Creo que Código desconocido se comprende por escenas y desde las escenas, y eso ya es más que suficiente. El espectador medio está acostumbrado a intentar “comprender” y no tanto a “sentir” o “intuir”, cualidades que en mi opinión deberían explotarse más (véase, por ejemplo, el cine de Buñuel, Godard, Lynch, Jarmusch o el propio Haneke, además de gran parte del cine asiático). “Comprender” una película muchas veces es un código social, un comportamiento heredado por una tradición que en muchos casos es limitadora y sesgada. Pero el cine está lleno de códigos, y hay otros que pertenecen a lo desconocido, al subconsciente, a lo emocional, a lo sensible, partiendo desde lo eminentemente visual. Películas como esta no solo intentan ampliar horizontes dilapidando algunos códigos gastados, también proponen otros, abriendo vías nuevas. Código desconocido constituye por sí solo una “mirada” Haneke.

(Código desconocido [Code inconnu: Récit incomplet de divers voyages], dirigida por Michael Haneke, Francia, Alemania, Rumanía, 2000).

lunes, 28 de octubre de 2013

Lou Reed: "No sé muy bien a dónde voy, pero voy a intentar llegar al reino"


Se ha ido Lou Reed (Nueva York, 1942-2013), el músico poeta del ruido, líder de The Velvet Underground, la banda que cambió el rock a finales de los 60. El autor de canciones como “Heroin”, “I'm Waiting For The Man”, “Pale Blue Eyes”, “Sweet Jane”, “Rock And Roll”, “Perfect Day” o “Vicious”. Son tantas las canciones que resulta difícil elegir un puñado de ellas.

Con The Velvet Underground revolucionó el rock, abriendo vías al ruido y la experimentación (ver la entrada que publiqué hace tiempo sobre la Velvet Underground aquí). Ya en solitario, firmó álbumes tan dispares e influyentes como Transformer, Berlin, New York, o el eléctrico y ruidista Metal Machine Music (una anécdota: esta mañana, sobre las 6:15 es cuando me he enterado de la noticia de la muerte de Lou Reed, y he estado escuchando Metal Machine Music mientras veía amanecer a través de mi ventana. Las oscilaciones de la luz sobre los tejados se fundían con los bucles eléctricos que escuchaba mientras pensaba en los buenos momentos que me han proporcionado tanto The Velvet Underground como Lou Reed en solitario).

Me acuerdo de la primera frase de “Heroin”, y ahora la veo como una despedida: “No sé muy bien a dónde voy, pero voy a tratar de llegar al reino, si puedo”.  


martes, 22 de octubre de 2013

Road Movie según Daniel Játiva Edlin


Recientemente Daniel Játiva Edlin ha publicado en su blog una reseña de mi libro Road Movie. Este es el enlace para quien lo quiera leer (aquí).

lunes, 14 de octubre de 2013

David Lynch en el Festival Rizoma de Madrid


Dentro de la programación del Festival Internacional Rizoma hay una retrospectiva dedicada a David Lynch, director de cine, pintor y músico. Asimismo, la Filmoteca Española ofrecerá en su programa sus películas, desde Cabeza borradora (Eraserhead, 1977), hasta Inland Empire (2006) (ver programación aquí). Por otra parte, los días 15 y 16 de octubre, David Lynch estará en Madrid y ofrecerá una conferencia en el Museo Reina Sofía de Madrid. Parece ser, que incluso algún pase de sus películas contará con la presencia del propio Lynch. Seguramente, una oportunidad única para disfrutar del autor de la serie Twin Peaks o películas como Mulholland Drive.

lunes, 7 de octubre de 2013

Un poema de Charles Bukowski


Feliz cumpleaños

cuando Wagner era
ya viejo
dieron una fiesta de cumpleaños
en su
honor
y tocaron
un par de
piezas juveniles
y menores.

al acabar
preguntó:
¿de quién son?”

de Usted”, le
dijeron.

ah”, respondió.
siempre lo había
sospechado: la muerte
también
tiene sus
ventajas”.


(Charles Bukowski, Poemas de la última noche de la tierra, DVD, 2004. Traducción de Eduardo Moga).


when Wagner was an
old man
a birthday party was given
in his
honor
and a couple of
youthful
incidental compositions
where played.

afterwards
he asked
who wrote those?”

you did”, he was
told.

ah”, he responded,
it's as I have always
suspected: death
then
does have some
virtue”.

lunes, 30 de septiembre de 2013

La piedra de la paciencia: ella se venga por el monólogo

"Ella se venga por el monólogo" (Gustave Flaubert).




País sin nombre, en medio de alguna parte de Oriente próximo.

Guerra.

Mujer (musulmana) cuida a su marido en coma.

Mujer (anónima) monologa con su marido en coma.

Mujer (musulmana) se desahoga ante su marido en coma.

Ritmo lento. Personajes que no tienen (casi) nada.

Ecos de Sherezade. Tradición árabe. Poesía y narratividad.

Película basada en la novela escrita por el propio director, el afgano exiliado en Francia Atiq Rahimi.

Actuación convincente y emocionante de la actriz Goldshithech Farahan

Humor sutil.

Mujer (mujer) disfruta del sexo como una mujer.

Película sobre la mujer (musulmana) y la mujer (mujer).

Película necesaria.

(La piedra de la paciencia (Syngué Sabour. Pierre de patience), dirigida por Atiq Rahimi, Francia, Afganistán, Alemania, 2012).

jueves, 26 de septiembre de 2013

Antonio Gamoneda: ¿qué es la poesía?



La poesía es antes sensible que inteligible.

*

Poesía es la creación de objetos de arte cuya materia es el lenguaje.

*

La memoria es siempre conciencia de pérdida (recuerdo lo que ya no tengo o lo que ya no es); conciencia, por tanto, de consunción del tiempo correspondiente a mi vida, y por eso mismo, conciencia de ir hacia la muerte.


(Antonio Gamoneda, El cuerpo de los símbolos, Huerga & Fierro, 1997).

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Reseña de Hay una jaula en cada pájaro, de Óscar Curieses


Recientemente el poeta Óscar Curieses ha publicado el libro Hay una jaula en cada pájaro, del que colgué un par de poemas hace unos días. He reseñado el libro para el diario digital El Imparcial. He aquí la reseña.

El poeta Óscar Curieses publica Hay una jaula en cada pájaro, un libro que es una antología, pero que también incorpora textos inéditos. La edición es muy cuidada, una gema que mezcla poemas, partituras, dibujos y hasta un CD, con el proyecto de audioperformance del grupo AMC313, con el que colabora Curieses. De manera que la concepción de Hay una jaula en cada pájaro va más allá de lo tradicionalmente entendido como antología. Nos encontramos ante una revisión que aglutina distintos momentos de la poesía del autor, y que sirve para corroborar la coherencia de su Poética, así como la evolución de su propuesta. Desde poemas pertenecientes a sus dos poemarios publicados hasta la fecha, Sonetos del útero y Dentro, hasta un adelanto de lo que será su próxima publicación, Icebergs, o textos inéditos, como “Hacia Machado”, “March in’Bagdad” y “Bichos de tinta o un falso bestiario”.
La poesía de Óscar Curieses no tiene cabida para las concesiones. Más bien al contrario. Para quien conozca la trayectoria del poeta madrileño, sabrá que la lectura de su poesía supone una experiencia probablemente fascinante, desde el momento en que nos sitúa en un lugar que no sabemos identificar con exactitud y que además consigue removernos a nivel interno. El lenguaje plástico se hace carne y la palabra provoca asociaciones insólitas, alucinaciones reveladoras que cuestionan la realidad.
El poema es un artefacto que puede entrar en consonancia con la pintura, la música o el cine. Y en esa fusión de lenguajes, en esa amalgama de resonancias, palpita la tensión del poema, que intenta sugerir y existir desde cero, o desde un volver a empezar. El “contralenguaje” de Curieses va más allá de la palabra: se extiende hacia otros tratamientos, dialoga con ellos, los altera y los funde. Como dice un bello verso suyo: “Él piensa otro lenguaje de la nieve”. La poesía de Curieses es matérica, física, y a la vez mística. Y ahí reside de uno de sus mayores atractivos. La belleza que suscita estos textos tiene un revés que renueva, que violenta, explorando los límites de la palabra, de las asociaciones gramaticales, de la puntuación, de la página.
Por lo general, la lectura de Sonetos del útero o de Dentro, produjo en los lectores un extrañamiento, al igual que sucedía en ciertas películas de Bergman o Buñuel, cuadros de Francis Bacon y en los poemas de Huidobro o Lautréamont. Y ese extrañamiento se mantiene a lo largo de su poesía, si bien evoluciona, se busca desde distintos ángulos, se reencuentra en un espacio indefinible. Al final, queda la belleza y el dolor que conlleva. Hay poemas realmente hermosos, como los pertenecientes a “Bichos de tinta o un falso bestiario”, donde los breves textos se enfrentan a los trazos pictóricos de Luis Martínez de Merlo, o los que corresponden aIcebergs, de próxima publicación.
Precisamente la sección de Icebergs, proyecta unos poemas cortos, bellos, dolorosos, dando cobijo a la violencia de la puntuación y la versificación, la sugerencia de la fragmentación; una flexibilidad que incita a la lectura lúdica a la vez que profunda.
Curieses alterna tanto la poesía fragmentaria como la poesía en prosa. Y esta última -si es que es necesario reseñar con etiquetas diferenciadoras-, es uno de los tratamientos que más productivamente genera el poeta. Poemas cuyo ritmo zigzaguea, finta, juega, y sobre todo, sugiere, remueve. Además, no solo limita la extensión de la poesía a la escritura propiamente dicha, sino que tiende puentes con la música, la performance, el videoarte o el dibujo y la pintura. Y este libro supone una síntesis de las cualidades y extensiones de su poesía.
Al final de Hay una jaula en cada pájaro encontramos un CD que lleva por título “El grito es un movimiento inacabado”, e incluye diversas improvisaciones sobre poemas del autor, realizados por el grupo de audioperformance AMC313, donde Óscar Curieses colabora junto a los músicos Edith Alonso y Antony Maubert. La escucha resulta tan fascinante como la poesía escrita, y revela el afán de experimentación del autor. Para quien no haya visto a AMC313 en directo, la experiencia resultará subyugante.

viernes, 9 de agosto de 2013

Walter Benjamin: la obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica


La unicidad de la obra de arte se identifica con su ensamblamiento en el contexto de la tradición. Esa tradición es desde luego algo muy vivo, algo extraordinariamente cambiante.

*

Parecía que nuestros bares, nuestras oficinas, nuestras viviendas amuebladas, nuestras estaciones y fábricas nos aprisionaban sin esperanza. Entonces vino el cine y con la dinamita de sus décimas de segundo hizo saltar ese mundo carcelario.

*

La reproductibilidad técnica de la obra artística modifica la relación de la masa para con el arte.

*

Las masas buscan disipación, pero el arte reclama recogimiento.



(Walter Benjamin, “La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica”. Taurus, 1973. Traducción de Jesús Aguirre).

sábado, 3 de agosto de 2013

Óscar Curieses: Hay una jaula en cada pájaro


El poeta Óscar Curieses ha publicado recientemente el libro (con CD incluido de su proyecto de audioperformance AMC313) Hay una jaula en cada pájaro, una antología de su poesía, además de textos inéditos. El libro es bastante potente y merece realmente la pena. De hecho, hablaré de él próximamente. De momento, cuelgo estos dos poemas.

EL HOMBRE

un , desnudo
busca tierra
. bajo la . nieve

. debajo de
la, nieve
más . nieve

no hay . suelo
. tampoco hombre


 *

Abro el vientre de los pájaros para poder soñar, todo revolotea en derredor.

Mi oficio, por el que soy perseguido, me multiplica en todas partes. He visto las cruces y las hogueras durante los tiempos oscuros, y es ahora la ciencia, tu ciencia exacta, quien me condena a vagar como piedra de nieve entre el fuego destructor.

Te burlas de mi magia y no la entiendes, hombre máquina, ¿no ves cómo se extiende? Jamás se condenó al bufón blanco a las llamas, sólo por ello te permito la risa que me libra de tu luz:

Mi magia está hecha sólo para el ciego.



(Óscar Curieses, Hay una jaula en cada pájaro, Ya lo dijo Casimiro Parker, 2013).

martes, 23 de julio de 2013

Mohamed Chukri: la mirada huérfana


Mohamed Chukri nació en una aldea del Rif (Marruecos) en 1935. Tuvo que abandonar su pueblo debido al hambre y a la deserción de su padre al ejército colonial español. Siendo analfabeto hasta los veinte años, aprendió a leer y escribir y se convirtió en escritor. Todo esto se cuenta en sus dos libros El pan desnudo Tiempo de errores. En ellos Churkri muestra el lado oscuro de la vida de Marruecos, la pobreza de un país que mira cómo el ejército español deambula por sus calles en la época del Protectorado. Murió en 2003, a la edad de sesenta y ocho años, a pesar de sus insistentes ganas de seguir dando guerra en su Marruecos natal.

El pan desnudo, Tiempo de errores y Rostros, amores, maldiciones son sus tres grandes libros traducidos al español. Es una trilogía autobiográfica, ya que a lo largo de los tres libros encontramos un hilo –sintético y cortado numerosas veces- de su vida, desde que es un niño y abandona su pueblo natal, pasando por varias ciudades como Larache, Tetuán o Tánger, ciudad esta última donde vivirá hasta la vejez.

Su primera novela fue un golpe de efecto que rápidamente se tradujo a los principales idiomas del mundo. El pan desnudo es una visión descarnada de la vida del pequeño Mohamed que tiene que luchar para sobrevivir de la pobreza que asola a su familia, del abuso dictatorial  de un padre carcomido por el dolor y la culpa, todo ello con un sentido apego a la vida, y en ocasiones con un ansiado vivir poético. El estilo es uno de los aspectos más interesantes en Chukri: conciso y a veces hasta parco, pero lleno de fuerza y visualidad; frases cortas, directas, sin fisuras, limpias como un hueso y poéticas como un desierto.

Hay una deuda con la novela picaresca que es indudable. Da igual si Chukri leyó El Lazarillo (lo más probable es que sí lo leyera porque era un gran lector de literatura en español), pero lo cierto es que los pasajes salvajes, el hambre, los primeros trabajos, los primeros escarceos sexuales, recuerdan esta novela y rasgos propios del género picaresco, con un submundo lleno de putas, malhechores, bebedores, aventureros, pero sobre todo, supervivientes del arduo día a día.

Sin embargo, insisto, Chukri siempre tiene un hueco para la ternura, para la mirada buscadora de belleza, y es que el escritor marroquí encuentra poesía en la miseria, en la obscenidad de los burdeles tangerinos, en el polvo y los harapos, en la sordidez de la vida cotidiana de un Marruecos pobre y bello. En esto es indudable su analogía con el escritor norteamericano Charles Bukowski. Pero no olvidemos que Chukri publicó El pan desnudo en 1972, por lo que es prácticamente imposible que conociese la obra de Bukowski. Lo digo porque muchas veces han denominado a Chukri el Bukowski árabe, pero habría que preguntarse si no es Bukowski el Chukri occidental o estadounidense. En todo caso, es cierto que tienen muchas cosas en común; ambos escriben sin morderse la lengua sobre el vacío de la sociedad y la supervivencia del mundo marginal, los dos con estilos más o menos similares. Podemos apreciar así que EEUU (Occidente) y Marruecos (Oriente musulmán) están mucho más unidos de lo que muchos creemos.

Hay tres temas que son recurrentes en los tres libros: la pobreza, la soledad y el sexo. Y los tres se funden como expiación para sobrevivir, con la ambigüedad del que se mueve en la sordidez pero encuentra, en esa misma sordidez, un lugar común donde reconocerse. En El pan desnudo apreciamos una prosa sintética, con importantes elipsis que el lector deberá recomponer, pero también reflexionar acerca de su naturaleza. La fragmentación nos indica cuán efímera es la vida, así como intensa y en ocasiones dramática. Siempre con un Marruecos sin libertad de fondo, repleto de tropas españolas y estadounidenses, el pequeño Mohamed encuentra su cara libertad que no es otra que la del marginado, con todo el precio que tiene que pagar, resuelto de manera magistral en la última frase del libro. Tiempo de errores, es una continuación lógica y lineal. Mohamed deja de ser un niño y experimenta con las drogas y conoce el amor, pero sobre todo el sexo. Los 60 son el cambio para cierto Marruecos: los hoteles de lujo, las discotecas, las nuevas generaciones. Incluso Tánger se pone de moda para los beatniks y escritores aventureros en busca del exotismo tangeriano; Kerouac, Paul Bowles, Genet... pero el Marruecos que conoce Mohamed y la mayoría de los marroquíes es otro.  Lo más interesante de esta novela es el cambio de Mohamed. Anclado en las calles, siempre muestra un ápice de cordura y descubre la escritura y posteriormente la literatura. Desde entonces, la literatura será su salvación: soñar con otras vidas y llegar al conocimiento, lo que no le permite la vida real. Chukri llegaría a afirmar: “La verdadera vida hay que buscarla en los libros”. Y que esto lo escriba alguien como él dice mucho de su amor y devoción por la literatura. Sin embargo, Mohamed tiene problemas de salud mental y pasa temporadas en un psiquiátrico, de donde resultan inolvidables algunos pasajes que reflejan muy bien la incomprensión y la dramática cordura de los enfermos.

Tres libros como tres etapas de la vida. La niñez o infancia en El pan desnudo, la adolescencia y juventud en Tiempo de errores, y por último la vejez, lo que retrata con una sapiencia excepcional Rostros, amores, maldiciones. Chukri ha vivido mucho, y quiere rendir un homenaje a Tánger, que ya no es lo que era, como él mismo explicita en las primeras páginas, a alguna puta que fue especial para él y a curiosos personajes repletos de locura y soledad, pero en general a toda una vida. A medio camino entre los relatos, las memorias y las misceláneas. Algunas opiniones son significativas: “Y es que cuando me busco en los otros, vuelvo la mayoría de las veces a mí mismo”. Al final la soledad acaba siendo un bálsamo ante tanta desidia. Ahora el tono es altamente reflexivo y la acción y la intensidad de las calles y los burdeles se han convertido en recuerdos y digresiones de un hombre que fuma y bebe en silencio, alejado del bullicio, escondido en el final de una barra o sentado en un rincón oscuro de un bar y cubierto de sombra, mientras lo único que brilla tras la penumbra son sus ojos tristes y felinos.

Todo es un modo de expiación para Chukri, un intento de seguir para adelante y superar la adversidad con intensidad, venciendo el miedo, el pasado y hasta el futuro, no ahogarse en la sordidez, el hambre y la falta de cariño. Mohamed Chukri no sabía leer ni escribir con veinte años y acabó siendo un importante escritor, pero no sólo eso, ya que, como él mismo ha contado en varias entrevistas, aprendió español y leyó mucha literatura española e hispanoamericana, y no en vano tradujo al árabe a autores como Lorca, Machado o Aleixandre. Chukri demostró que la vida es una recta y que ante la adversidad se pueden conseguir logros que en un principio parecen imposibles, gracias a la fuerza de voluntad y constancia. Y esto lo alcanzó alguien que, como él mismo decía, bebió bares enteros y arrasó con bibliotecas llenas de libros. Escurridizo como una culebra y con la destreza de un felino.


(Artículo publicado originariamente en www.deriva.org en 2004).

lunes, 15 de julio de 2013

Aerolitos de Carlos Edmundo de Ory (II)

La risa es el sexo del alma.

                    *

Homo Humus.

                    *

Informo al mundo de mis aullidos.

                    *

El sueño es el dueño de la noche.

                    *

Os ordeno no ser esclavos de órdenes.

                    *

Ver un pájaro libre es estar en una jaula.



(Carlos Edmundo de Ory, Los aerolitos, Madrid, Calambur, 2005).

martes, 9 de julio de 2013

Tony Soprano era James Gandolfini



Hace tan solo unos días, fallecía prematuramente en Italia el actor estadounidense James Gandolfini (1961-2013), conocido y reconocido, sobre todo, a partir de su papel de Tony Soprano en la serie Los Soprano. La serie, una verdadera referencia de la cultura contemporánea (más allá de la televisión), refleja entre otras cosas, los tejemanejes de la mafia de Nueva Jersey, pero también profundiza (como pocas veces se ha visto en la pantalla) en la compleja personalidad de su protagonista, Tony Soprano, un padre de familia, y un jefe de la mafia.

He aquí una escena corta y llena de tensión que muestra a un actor que no parece un actor. Para mí eso es ser un gran actor. Yo no veo a James Gandolfini (al que he visto en otras películas), yo veo a Tony Soprano, y además de acojonar, también emociona. Su fuerza, su presencia, su complejidad psicológica. Gandolfini ha muerto, pero no Tony Soprano.

lunes, 17 de junio de 2013

José Ángel Valente: un poema

Los muslos de la mujer eran largos y húmedos. El fino vello brillaba dorado al sol. Interminable profundidad sin fondo de la piel. Cuando reía, parecía su risa estremecerle al sexo y desatar bandadas por el aire de indeclinables pájaros. Brotaba allí, me dije, como otras tantas cosas de la naturaleza.


(Jardín botánico)

(José Ángel Valente, Obra poética 2. Material memoria, Alianza Editorial, 1999).

sábado, 8 de junio de 2013

Joseph Conrad: El corazón de las tinieblas


A veces, por la noche, el redoble de los tambores, detrás de la cortina de árboles, remontaba el río y permanecía ininterrumpido, pero débil, como flotando en el aire, en lo alto, por encima de nuestra cabezas, hasta el alba. Si aquello significaba guerra, paz u oración, es algo que no hubiéramos podido decir.
(…)
No podíamos comprender porque estábamos demasiado lejos, y no podíamos recordar porque estábamos viajando en la noche de los primeros tiempos, de aquellos tiempos que se han ido, dejando apenas una señal y ningún recuerdo.


(Joseph Conrad, El corazón de las tinieblas. Traducción de Araceli García Rios e Isabel Sánchez Araujo, Alianza Editorial).

miércoles, 29 de mayo de 2013

Notas de Theo Angelopoulos II

Un western de John Ford forma parte de América y del Oeste. Pero su voz, distintiva, habla a todo el mundo en todas partes por medio de sus paisajes y sus personajes.

*

Ahora, más que nunca, el mundo necesita cine. Puede que sea la última forma importante de resistencia ante el deteriorado mundo en el que vivimos. Al tratar de fronteras, límites, la mezcla de idiomas y culturas de hoy, intento buscar un nuevo humanismo, una nueva vía.

*


Realmente no hay nada nuevo. Solo reconsideramos y regresamos a las ideas que los clásicos trataron por primera vez. 


(El cine de Theo Angelopoulos. Imagen y contemplación, Edición de Andrew Horton, Ediciones Akal, 2001).

jueves, 16 de mayo de 2013

Sigur Rós: Valtari Film Experiment




El grupo de post-rock islandés Sigur Rós publicó en 2012 el álbum “Valtari” y sorprendió a muchos con su propuesta de colaborar con distintos artistas para realizar vídeos basados en sus canciones. Hasta el momento se han publicado 17 piezas.

Más allá del cambio que supone su álbum “Valtari”, ampliando los horizontes ambientales, creando una atmósfera volátil y densa a la vez que nos envuelve y nos arrastra por sus caminos inexplorados, destaca esta apuesta ambiciosa, teniendo en cuenta el alcance del proyecto interdisciplinar con las artes audiovisuales.

Añado un poético vídeo, el número 14 del proyecto “Valtari Film Experiment.

sábado, 11 de mayo de 2013

Road Movie según Federico Ocaña

El poeta Federico Ocaña (autor de Desprendimientos, Amargord, 2011) ha escrito una reseña de Road Movie en su blog sobre fotografía, crítica de cine y teatro Kinosein. Añado un enlace para quien quiera leer la reseña (aquí).

domingo, 5 de mayo de 2013

César Vallejo: un poema


Este poema es uno de los más conocidos del poeta peruano César Vallejo; sin embargo, me gusta mucho, y lo reproduzco aquí para disfrute tanto de los que lo conozcan como de los que no.


                                    XIV

Cual mi explicación.

Esto me lacera de tempranía.

Esa manera de caminar por los trapecios.

Esos corajosos brutos como postizos.

Esa goma que pega el azogue al adentro.

Esas posaderas sentadas para arriba.

Ese no puede ser, sido.

Absurdo.

Demencia.

Pero he venido de Trujillo a Lima.

Pero gano un sueldo de cinco soles.


(César Vallejo, Trilce, 1922).


jueves, 25 de abril de 2013

Rodrigo Fresán: Jardines de Kensington




Jardines de Kensington, de Rodrigo Fresán (Mondadori, 2003).

Es cierto que para quien conozca la obra de Fresán esta novela contiene muchos elementos presentes en sus anteriores libros pero también es indudable que esta novela abre nuevas vías de experimentación y confirma a Fresán como uno de los autores actuales más interesantes.

La mezcla de géneros, los personajes que parecen salidos de cuentos de Borges o Cortázar mezclados a su vez con el mundo Disney o las películas de serie Z, los distintos niveles de ficción, las ciudades reales e inventadas, la reflexión sobre el tiempo y la fina frontera que separa la vida y la muerte; todo ello forma un complejo conglomerado que no es otra cosa que el mundo freak de Fresán.

Jardines de Kensington se trata de dos novelas en una. Por un lado, tenemos la biografía novelada de James Matthew Barrie, autor de la célebre Peter Pan y su relación con la familia Llewelyn, de cuyos hijos Barrie se basa para escribir su famosa obra, con el fondo oscuro del Londres victoriano. De manera que asistimos a la novelesca relación de Barrie con sus amigos, el amor y admiración que el propio Barrie siente por los niños Llewelyn, su fracaso matrimonial, el posterior éxito de Peter Pan, la tormentosa vida de la familia Llewelyn. Pero en un nivel superpuesto, tenemos la biografía escurridiza de Peter Hook, autor de la biografía de Barrie, pero también de la suya propia; un autor de literatura infantil (¿parodia de J. K. Rowling?) y deudor del propio Barrie y el síndrome de Peter Pan, hijo de un cantante de rock lisérgico de los 60, con la presencia del Londres de los Swinging Sixties unido al Londres actual, el del escritor de best-sellers Peter Hook.

Pero cualquier motivo o personaje real es una excusa para que Fresán elabore una obra literaria y se sumerja en su mundo tan personal. Entonces, ¿por qué utilizar la biografía de James Matthew Barrie? ¿Como puro elemento llamativo? ¿Como metáfora? Por supuesto. Pero por muchas cosas más. Tal vez el desdichado Hook (no olvidemos al malvado capitán Hook de Peter Pan) no puede sopesar su propia existencia y por ello nos cuenta la biografía de Barrie; tal vez porque esta es una manera de eludir el paso del tiempo y por ende, la muerte, de manera que Hook siempre podrá ser un niño, siendo la única e incontestable manera de burlarse del tiempo: “Yo me acuerdo de todo de todo, de todo lo que decidí recordar”, dice el narrador.

Fresán arma una novela que aúna biografía, intertextualidad, citas, recuerdos, sueños, realidad y ficción, rock, pop, lisergia, literatura y metaliteratura, personajes reales y personajes fresanianos y muchas otras sorpresas. Una novela dada a las digresiones, que no tiene por qué ser un elemento negativo en literatura si se sabe emplear, pues el propio autor reconoció en una ocasión que le gusta escribir novelas digresivas, como El Quijote, Moby Dick 2666, obras que huyen de la linealidad para "contar" (con el verdadero valor que tiene esta palabra), para contar varias historias en una, para inventar, para crear un estilo. Y Fresán es sin duda de la estirpe del “arte de la digresión”.

Algunos elementos los encontramos ya en sus primeros libros, como Historia argentina o Esperanto, ese gusto por la mezcla, por los recuerdos y por experimentar con las estructuras narratológicas. Pero lo cierto es que este Jardines de Kensington es una obra más cerrada y junto a Mantra una de las más llamativas, tanto por su indudable originalidad como por la calidad de su relato.

La memoria y el pasado son tal vez el único motivo que lleva a Fresán a escribir estas digresivas novelas: “El personaje es el pasado. El personaje es la manera en que te relacionas con el pasado, en qué lo ignoras o en qué lo obedeces”, dice en un fragmento de la novela. Y esto lleva a las mentiras, los secretos, las relaciones tortuosas, las pasiones, los sueños, las frustraciones, la vida. Porque olvidamos lo que queremos, parece decirnos Fresán en esta jugosísima novela, aunque también en casi toda su obra. Porque Fresán es un autor pop, o posmoderno, o como quiera denominarse, pero paralelamente es un autor que revisa a los clásicos. Al final, la novela alcanza una dimensión puramente ficticia y real, plenamente literaria, pero también tenemos la impresión de haber realizado un viaje, como siempre en el autor argentino, extraño y fascinante.

(Reseña publicada originariamente en www.deriva.org en 2006).

viernes, 19 de abril de 2013

Recital en La Noche de los Libros



El martes 23 de abril, durante La Noche de los Libros, participaré en un recital organizado por Ediciones Amargord junto a otros poetas de la editorial. Me acompañará al saxofón Álex Gil de Rozas.

Martes 23 de abril, de 20 a 21:30h en la Sala Clamores de Madrid.


   Martes 23 abril, 20 h.
deto    Sala Clamores
    La noche de los libros
    Amargord Ediciones 
    presenta
    K.U.A.T.R.O.
    
    Convocatoria   20.00 h. 
    Comienzo acto 20.15 h.
    Finalización      21.30 h.

Avena Loca
    Director, Jesús Urceloy 
    Ignacio Carrasco
    Juan Hospital 

Fragmentaria
    Director, Luis Luna
    Carlos Huerga
    Federico Ocaña   

Transalántica
Director, Juan Soros  
Miguel Ángel Gara
José Manuel Lucía Megías
Hecho en Lavapiés
    Director, Hipólito García Fernandez, Bolo 
    Ramón G. del Pomar     
Rafael Carvajal 

lunes, 8 de abril de 2013

David Foster Wallace: la niña del pelo raro


Cheese afirmó que toda mi camarilla punk se sentía como si no tuvieran nada y nunca fueran a tenerlo y, por tanto, convertían la nada en todo. Sin embargo, Cheese afirmó que yo era un Sick Puppy que ya lo tenía todo y, en consecuencia, quería averiguar por qué cambiaba mi enorme todo por una enorme nada.

(David Foster Wallace, La niña del pelo raro. Mondadori, 2000)