jueves, 23 de diciembre de 2021

Denise Levertov: “El mundo afuera”



 El mundo afuera


I


En la pared de la cocina un destello

de sombra:

    veloz peregrinaje

de palomas, una celebración del aire,

los desiertos del cielo en espiral.

Y en las ventanas de cada apartamento

una llamarada

    de melones lustrosos:

una mancha del sol

que se dirige al oeste en algún lugar a espaldas de Hoboken.


III


Gemidos, suspiros abundantes

entre tosidos, balbuceos que orquestan

una pena solitaria; el estruendo de los vasos, una voz suave

que repite una y otra vez: ‘No.

No. Quiero mi llave. No lo hiciste.

No.’ - algo banal.

Y como contrapunto, en las otras ventanas,

el esfuerzo por ser feliz -ay, ¡caramba!

-sibilante complejo- las voces gimiendo de placer,

alcanzando quizás el éxtasis, tarde, después de apagadas

las luces, y los silencios

¿acaso ventanas oscuras?


*


The World Outside


I


On the kitchen wall a flash

of shadow:

    swift pilgrimage

of pigeons, a spiral

celebration of air, of sky deserts.

And on tenement windows

a blaze

    of lustred watermelon:

stain of the sun

westering somewhere back of Hoboken.


III


Groans, sighs, in profusion,

witch coughing, muttering, orchestrate

solitary grief; the crash of glass, a low voice

repeating over and over: ‘No.

No. I want my key. No you did not.

No.’ - a commonplace.

And in counterpoint, from other windows,

the effort to be merry, -ay maracas!

-sibilant, intricate- the voices wailing pleasure,

arriving perhaps at joy, late, after sets

have been switched off, and silences

are dark windows?


(Denise Levertov, Beat Attitude. Antología de mujeres poetas la generación beat, Bartleby, 2015. Traducción de Annalisa Marí Pegrum).

jueves, 2 de diciembre de 2021

Perni: como la vida misma



Perni (Henriette Steenstrup) es una mujer noruega de 45 años, trabajadora social, madre sola, con dos hijas adolescentes más un sobrino a su cargo y un padre simpático que ha salido del armario tras enviudar. Perni es generosa, se desvive por los demás, pero apenas le queda tiempo para ella misma. La crianza y el trabajo lo acaparan todo. Además, su hermana falleció hace tan solo 6 meses y todavía no ha superado su pérdida, su exmarido vive en Copenhague y se desentiende de sus hijas y ella quiere conocer a algún hombre que pueda convertirse en su compañero.

De todo esto habla Perni, una serie corta, con episodios de apenas 30 minutos, que combina de manera efectiva la comedia con el drama. La protagonista es un personaje de esos que cala hondo por cuanto tiene de humano, con sus contradicciones, sus vulnerabilidades. Es insegura, aunque tiene muchas cualidades y piensa que ya es mayor para que un hombre se interese por ella. Pero como en muchos matrimonios rotos, los padres intentan rehacer su vida por separado. El problema de Perni es que cocina, lleva a sus hijas (que nunca la ayudan) a clase, a deporte, se encarga de su sobrino… y apenas le queda tiempo para verse con el hombre que le gusta.

Aquí Perni se muestra como un mosaico de la vida, un ejemplo de una madre sola que intenta hacer malabarismos para sacar adelante a su familia. Hay un retrato de personaje, pero también un retrato social muy actual. Por un lado, la de madres entradas en la cuarentena que intentan vivir experiencias nuevas más allá del cuidado familiar; por otra, la de los adolescentes que apenas tienen problemas y sin embargo, están inmersos en sus propias experiencias, como si tener un nuevo iPhone o ir a una fiesta fuera lo más importante de sus vidas. En este sentido, es interesante el contraste entre sus hijas “mimadas” y los niños con los que trabaja, a los que busca padres de acogida. Niños que han tenido que madurar para poder sobrevivir. 

Por ello, Perni tiene un poso que nos invita a reflexionar sobre la sociedad hiperconsumista y superficial de los países ricos.


(Perni, serie, 1ª temporada. Noruega, 2021. Ver en Filmin).