jueves, 26 de abril de 2012

Iván-Off, versión de Chéjov, en la Casa de la Portera




Ivanov, primera pieza dramática de Antón Chéjov, es un polvorín. La tensión no se acumula de manera invisible como en otras obras; aquí, desde la primera escena, la violencia emocional y psicológica golpea las paredes, y de qué manera. Por momentos, me acordé del Bergman de Gritos y susurros o del Woody Allen de Maridos y mujeres.

Iván tiene 35 años y está hastiado de la vida. No digo más, esto es una obra de Chéjov. Bueno, sí, añado que esta experiencia es altamente emocionante. Esto no es un teatro convencional, esto es una casa, la Casa de la Portera, y los espectadores seremos conducidos a las salas para comprobar, a tan solo unos centímetros de los actores, qué sucede en la trama. Pero no digo más, no desvelo ninguna sorpresa, el que quiera, que se acerque a comprobarlo. Ah, y otra cosa, la adaptación es brillante. Y qué decir del plantel de actores.

El propio Chéjov decía de su Ivanov: “El argumento es complicado y no es una tontería. Termino cada acto como los cuentos: llevo la acción de manera tranquila y mansa, y al final golpeo en la cara al lector”. No me parece mejor manera para describir el efecto de esta versión sorprendente y emocionante del maestro ruso. 

Para quien quiera consultar más información de La Casa de la Portera así como la cartelera, aquí. Merece la pena.

2 comentarios:

  1. Interesante, estaba mirando a ver cuando puedo ir a verla, eres otra persona más que me la recomienda.

    un saludo y encantado de conocer tu blog!

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  2. Hola Akaki:

    La verdad es que la obra merece la pena. Espero que te guste.

    Saludos!

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