La realidad puede ser paradójica, pero la poesía es esencialmente paradójica.
Laura Pérez ilustra sensaciones, momentos y emociones que no se pueden reflejar con palabras.
Cuando las imágenes dicen más que las palabras, las palabras sobran.
El poder de estas imágenes es el de sugerir. El ojo se conecta con las tripas, el corazón, el cerebro.
Imágenes que sugieren soledad, tristeza, pérdida.
¿Por qué merece la pena leer este libro bello y gélido? Para comprender qué le puede suceder a uno o a una, para empatizar con personas de nuestro alrededor, para conocernos mejor.
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